Hay películas que ni bien el espectador recibe los primeros fragmentos de luz en la retina, llenan el corazón del que la está viendo. Uno cree, prinicipalmente, que esta sensación se le adjudica a la fotografía de dicha producción. Es esa capacidad de emocionar sin siquiera tener que mencionar una sola palabra o emitir sonido alguno. Son los colores y las luces las que definen un momento o un filme emocionante. ‘El amor vendrá como un incendio forestal’ se propone eso, pero difícilmente lo logra. El film abrió la competencia argentina del Festival de Mar del Plata.
El Amor Vendrá Como un Incendio Forestal (2022). Dirección y guion: Laura Spiner. Fotografía: Fernanda Montiliengo. Música: Santiago Novillo, Iván Katzman. Elenco: Milva Leonardi, Francisco Bertín, Victoria Spiner, Violeta Pugliese, Julián Infantino. Duración: 91 minutos. Nuestra opinión: Regular.
Este largometraje se presenta a sí msimo como una película sobra cartas. Eso es un hecho, debido a que todos los acontecimientos se basan en cartas escritas por personajes y también por personas anónimas. La historia se entreteje mediante la aparición de un grupo de jóvenes que poco tienen que ver entre ellos. Se trata de una relación donde uno es el lazo con otro y así sucesivamente. Este enredo de pesonajes llevará la trama adelante. O no tanto.
El amor vendrá como un incendio forestal se propone llegar hacia los corazones de los espectadores. Dificilmente lo logra. Esto debido a la generación de un embrollo que los personajes mismos crean y que resulta casi inentendible. El desorden generado en la historia es el mismo desorden que brinda la película en sí. Una dirección desordenada que desconoce un punto de freno pero que se permite mezclar infinitas cantidades de recursos narrativos en vano.
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El punto a favor de la película de Laura Spiner es su fotografía. La imagen es cautivante al ojo, pero la historia no. Los personajes lejos están de ayudar a la narración. Una narrativa que mezcla voces en off, material de archivo, situaciones sin sentido y un intento de documental sobre estampillas. Por su parte, la música no cumple su cometido: no acompaña, molesta. El amor vendrá como un incendio forestal sienta sus bases en una forma de contar particular, pero la ejecuta con dificultades.
Los personajes se enriedan como sus cartas. Estos no poseen un propósito y una búsqueda. No tienen gracia, son fácilmente odiables y carecen de sentido. De más está nombrar la extrema pretensión que conllevan. El Amor Vendrá Como un Incendio Forestal es una propuesta tan alternativa a lo común que deja qué desear. Es contemplativa y poética, pero derrapa a la hora de sostener el relato.
