Empezar a pensar una película que se propone llevar al máximo lo absurdo es complicado. Quentin Dupieux no duda a la hora de tomarse libertades, y en Fumer Fait Tusser da fé de ello. Lo cierto es que, en esta película, Dupieux no juega a la búsqueda de sentido y a la permanencia de un hilo conductor. Propone, más bien, un cierto tipo de juego con el espectador. Ese juego se podría llamar: el que se pierde, pierde. La cinta se presentó en la famosa Hora Cero del Festival de Mar del Plata.
Fumer Fait Tusser (Smoking Causes Coughing, 2022). Dirección, guion y fotografía: Quentin Dupieux. Elenco: Adèle Exarchopoulos, Vincent Lacoste, Anaïs Demoustier, Benoît Poelvoorde, Alain Chabat, Gilles Lellouche, Doria Tillier, Oulaya Amamra, Blanche Gardin y Grégoire Ludig. Duración: 80 minutos. Nuestra opinión: Buena.
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La cuestión de Fumer Fait Tusser es que se trata de una película a la cual no hay que malinterpretar. Es, sin lugar a dudas, una comedia hilarante que juega con una vasta cantidad de elementos que se entremezclan entre sí. Partiendo de esa base y entendiéndola como tal, el nuevo largometraje de Quentin Dupieux no malgasta su tiempo a la hora de contar una historia por demás de particular.
Fumer Fait Tusser se centra en La Fuerza del Tabaco, un grupo de cinco vengadores/ superhéroes que buscarán salvar al mundo de su malvado enemigo. Esos personajes guiarán la historia. Se da la existencia de relatos paralelos, pero solo funcionarán como alivios cómicos o caprichos de un director que no demuestra ningún tipo de miedo a la hora de explayarse y narrar.
Este largometraje, sea una comedia sin sentido o una parodia a las taquilleras películas de héroes actuales, es agresivo con el espectador. Si bien éste último cumple su parte del pacto con el director al aceptar lo que ve en pantalla, nunca se deja de buscar el sentido y el hilo que une a la historia. El espectador perfecto para esta comedia efectiva es uno que se deje llevar por las imágenes en movimiento y no busque pensar en una narrativa.
La trama de Fumer Fait Tusser puede llegar a resultar confusa. Es decir, qué se puede esperar de un grupo de cinco adultos que lucha contra el mal con trajes realmente ridículos. Además de que su jefe sea una rata, que tampoco resulta previsible. Su punto a favor, sin lugar a dudas, es la libertad de Quentin Dupieux a la hora de contar su historia. La cual permite que ésta se enriquezca de una cualidad muy pocas veces vista.