Existen películas íntimas que tienen una capacidad innata de causar en el espectador una sensación de cercanía y de empatía para con lo que se está viendo. ‘Julia no te cases’, de Pablo Levy, tiene esa capacidad. A través de un relato único, se genera una especie de comedia con subgénero documental y viceversa.
‘Julia no te cases’ (2022). Dirección, guión, edición y producción: Pablo Levy. Sonido: Diego Marcone. Diseño: Nico Risso. Música: Nico Landa. Intérprete: Julia Azar. Duración: 60 minutos. Nuestra opinión: Regular.
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La voz de Julia Azar narra su propia historia. Una historia particular contada por su protagonista. Es ella misma la que le da el toque de comedia y de realismo puro, hasta convertirse en un documental. ‘Julia no te cases’ es una película sobre una familia, más específicamente, sobre la figura de Julia, una mujer común y corriente cuya singularidad hace que se construya un relato que les ajeno al espectador, pero que le resulte cercano de igual manera.
Mediante diferentes videos y fotos, se exploran las idas y venidas del matrimonio de Julia Azar y «Negro» Levy. Ambas personas súmamente diferentes, que de igual manera construyeron una familia y que simbolizan una sociedad argentina ya obsoleta. La figura de Julia se vuelve protagonista a lo largo de todo el relato, el cual es construído por ella misma.
‘Julia no te cases’ es un largometraje por demás de personal. En un punto, el filme deja de ser íntimista y pasa a convertirse en una exposición de material de archivo de una familia. Es justamente esa familia la que se vuelve el espectador principal de la película, casi como dejando de lado a los demás espectadores. Sin embargo, aparece esta contradición donde Julia pasa a formar parte de la familia de todos. Una mujer inquebrantable, que llega a los espectadores fácilmente, y para quedarse.
