El festival de cine coreano ‘Han Cine 2021’ llegó a CINE.AR PLAY, con una amplia gama de películas disponibles gratuitamente hasta el 26 del corriente mes. Entre tantas historias, hay una que resalta especialmente por su crudeza: ‘Lady Baco‘ es un film que le devuelve lo verosímil a la ancianidad, una etapa de la vida que intentamos disfrazar, maquillar, postergar y ocultar. A pesar de cualquier gran esfuerzo, los últimos años de una vida son ineludibles, hecho que la cinta capta a la perfección.
Lady Baco (2016). Dirección: Je-yong Lee. Producción: Je-yong Lee. Guion: Je-yong Lee. Edición: Ham Sung-won. Música: Jang Young-gyu, Kim Sun. Elenco: Youn Yuh-jung, Chon Moo-song, Yoon Kye-sang. Nuestra opinión: Muy Buena.
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So-young es una mujer de 65 años que se gana la vida siendo una Lady Baco, denominación popular para las trabajadoras sexuales mayores de edad en Corea del Sur. Cuando va al médico por malestares genitales, la sorprende una conversación acalorada que ocurre en el consultorio contiguo y termina en apuñalamiento. La autora del delito es una mujer filipina que hirió gravemente a su pareja, uno de los médicos, por abandonarlos a ella y a su hijo. En el momento en que la madre menciona que su pequeño está en la puerta del hospital, So-young se ve movilizada por un instinto maternal desconocido y se lo lleva a su casa.
Así es como la actriz Youn Yuh-jung encarna a una anciana similar a la que le valió el Oscar a Mejor Actriz de Reparto en Minari. Solo que en esta oportunidad, su personaje se sacrifica aún más en su misión de abrir los ojos de una audiencia entera. La intimidad entre cuerpos no normativos es constantemente revisada desde su profesión de Lady Baco y las relaciones que mantiene con sus clientes mayores de edad. También sus vecinos, una chica trans y un joven al que le amputaron una pierna, son descanonizadores de las reglas sexuales impuestas.
De todas formas, el móvil central del film y tópico que es traído una y otra vez de forma incómodamente necesaria es la soledad de la vejez. So-young está acompañada por el niño que adoptó, un vecino que trata como a un hijo mayor y una casera que vive en el departamento de arriba y la llama “hermana”. También tiene varios amigos de su misma edad y compañeras de trabajo. Aun así, es brillante la forma en la que se logra transmitir que siempre se siente abandonada. De la misma manera, las otras personas que vemos en el film y pasan por la misma ancianidad solitaria atraviesan distintos procesos de melancolía que son iguales o más fuertes que los de So-young.
La cinta tiene un único punto débil, que es al mismo tiempo su dote más fuerte: se arriesga a ser monótona. Inclusive en las escenas más turbulentas, cada parte del fotograma desborda quietud. Si bien ello resulta en una película desarrollada con mucha lentitud, no existe forma más creíble para contar una historia sobre la tercera edad. Si lo que se quiere es evadirse de la realidad y divertirse, probablemente Lady Baco no sea la mejor alternativa. Pero si creemos en un cine que manifieste la cuota más pertinente de veracidad dentro de la ficción, vale la pena armarse de valor y verla.