Albert Serra es el autor de frases como, «si eres un adulto y te gusta Star Wars, ve al médico», o incluso mejor «vi que en el cine español todos eran inútiles, y pensé que aquí podía destacar», y mi favorita «los actores deberían ser expulsados de la Academia y ser enviados a Guantanamo». Mi trabajo no es juzgar estas frases. Incluso, admito que me cae bien, el bardeo entre directores hoy ya no se ve. De igual forma las traigo a colación porque para entender Pacifiction, su último film, hay que tenerlas en cuenta.
Pacifiction (2022). Escrita y dirigida: Albert Serra. Elenco: Benoît Magimel, Sergi López, Lluís Serrat, Pahoa Mahagafanau, Montse Triola, Mike Landscape, entre otros. Fotografía: Artur Tort. Edición: Ariadna Ribas, Albert Serra, Artur Tort. Duración: 2 horas 45 minutos. Nuestra opinión: Muy buena.
Pacifiction es un viaje hipnótico por una isla de la Polinesia Francesa. Un thriller político que se cocina lentamente. De Roller, un burócrata francés (Benoît Magimel), quien tiene gran poder dentro de la isla, debe mantener relaciones incomodas con altos comisionados del gobierno y los nativos locales que presionan cada vez más. Dentro de este contexto parece acercarse una etapa muy oscura para la zona y De Roller por primera vez siente que no tiene las cartas a su favor.
Estado, acuerdos debajo de la mesa, amenazas, lucha de clases, estrategia, sexo y todo lo que debe tener un film de estas características está. Recuerda un poco a Chinatown o La conversación. Serrat (repito, el de las frases de arriba) quiere mostrar la corrupción imperialista. Además de como incluso, los hombres más poderosos, tiene a gente más poderosa arriba.
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El película se da el gusto de meter conversaciones que parecen banales, una secuencia surfeando, entrar en la cabeza del personaje, jugar con el espacio y meter algunos bailes. La sensación de miedo y paranoia se hace presente y la cámara ancha panorámica recoge lo mejor de la isla. Es la cinta más ambiciosa de Serrat hasta la fecha. El gran problema de Pacifiction es el orden de ideas. El film de casi tres horas quiere ser muchas cosas y no concreta todas. Parece que le sobran por lo menos unos 40 minutos. Las contradicciones y la moralidad ambigua quieren empujar a la historia, pero por momentos se siente estacanda.
Mención más que especial para Benoît Magimel. Entrega una de las mejores actuaciones del año. La pelota esta otra vez del lado de Albert Serra. Da la sensación de que seguira insistiendo en analizar los comparamientos y psicologia de los hombres pderosos. A mi me gustaria que diera un volantazo.
