Antes que nada tengo que aclarar que soy un gran fan del cine de los hermanos Coen. Claro está que ahora están trabajando por separado. Pero, es cierto que sus mejores películas fueron hechas hace ya bastantes años. Su primer film Blood Simple (1984) es una obra maestra. Drive-Away Dolls tiene mucho en común. Es una road movie con espacios del neo-western. Se desarrolla en rutas, bares alejados y moteles. Estos lugares son muy particulares para la ficción porque son espacios donde la ley no aplica, ya que no están en un lado ni en el otro. Son lugares donde la ilegalidad puede ocurrir y en este caso sucede.
Jamie (Qualley) y Marian (Viswanathan), dos amigas lesbianas, donde la primera está siempre desesperada por sexo y la segunda es más reservada, emprenden un viaje a Tallahassee, Florida. Por pura casualidad, en el auto que alquilan, llevan un maletín sumamente importante que pertenece a unos hombres mafiosos que van a buscarlas. Sin embargo, la persecución no genera tensión en el espectador, una gran falla de Drive-Away Dolls. No hay interés por la trama criminal. Eso sí, funciona como comedia, pero en este híbrido una de las tramas se queda corta. Es una pena porque los Coen han sabido saltar a la fama internacional con una comedia negra, menos desopilante que ésta, que es Fargo (1996).
Drive-Away Dolls también presenta una gran referencia a Pulp Fiction (1994) de Quentin Tarantino con lo sorpresivo e inesperado que contiene el maletín, y utilizando el famoso plano fetiche del director que es poner la cámara en un baúl de un auto y mostrar la cara de los personajes.
El cast está muy bien y repleto de estrellas. Las protagonistas son Margaret Qualley, quien en los últimos años ha hecho un gran recorrido en su carrera, y la desconocida para mí Geraldine Viswanathan. Pero no termina ahí, también aparecen Pedro Pascal (al principio con una clara referencia a su personaje Oberyn Martell de Game of Thrones), Matt Damon, quien ya había trabajado con los hermanos Coen en True Grit (2010) y Miley Cyrus haciendo apariciones esporádicas en unas secuencias psicodélicas que se repiten durante la historia. También hay que destacar el trabajo de Joey Slotnick y C.J. Wilson como los tontos delincuentes, una especie de ladrones mojados modernos de Mi Pobre Angelito (1990).
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La Drive-Away Dolls de Ethan Coen es una versión actual del cine de explotación, en este caso, con temática sexual. Eran películas que se realizaban con muy bajo presupuesto, con historias exageradas y morbosas que atraigan a la mayor cantidad de gente. Por esto tiene sentido lo hilarante. No le tiene miedo a las críticas y pone sobre la mesa actuaciones exageradas, chistes subidos de tono y escenas sexuales lésbicas desde el minuto cero. Margaret Qualley realiza un gran trabajo y encaja perfecto con el tono de la película. Su personaje es de la comunidad queer, ninfómana y desenfadada. Al ver a Jamie comprendemos el camino que toma la película, todo el sentido está ahí, en su personaje.

Es entendible que Drive-Away Dolls, llamada inicialmente Drive-Away Dykes, haya sido rechazada por varias productoras durante veinte años. Es un tipo de cine que ya no se hace y no es apreciado por todos, y esto es lo que le pasó. A veces está bueno innovar, pero hay otras veces en que los directores tienen que atarse a lo que saben hacer bien. El cambio no es fácil para todos.
FICHA TÉCNICA
- Drive-Away Dolls (2024)
- Dirección: Ethan Coen
- Guion: Ethan Coen, Tricia Cooke
- Elenco: Margaret Qualley, Geraldine Viswanathan, Beanie Feldstein, Joey Slotnick, C.J. Wilson, Colman Domingo, Pedro Pascal, Bill Camp, Matt Damon, Miley Cyrus, entre otros
- Fotografía: Ari Wegner
- Edición: Tricia Cooke
- Música: Carter Burwell
- Duración: 1 hora 24 minutos
- Nuestra opinión: Regular