A sus 94 años, Clint Eastwood estrena una nueva y quizás última (aunque esto ya lo dijimos en Cry Macho) película. Queda claro que ante semejante leyenda del cine siempre se termina midiendo con doble vara. Sin embargo, nunca defrauda. Esta vez, con Juror #2 o Jurado Nº 2, entrega su mejor film desde Gran Torino y una de las mejores cintas del año. Una examinación y crítica completa al corazón de un hombre y al sistema judicial americano.
Lo primero que rodea esta cinta que debemos señalar es la vergonzosa y repugnante actitud de Warner Bros para con la película. La lógica del mercado y los tarados – no hay otra palabra – que manejan el marketing y distribución del film de lo que, en teoría, sigue siendo un legendario estudio de cine, decidieron ocultar Juror #2 hasta no poder. Primero no se estrenó en muchos países del mundo como es el caso de Argentina. Luego, no tuvo un estreno masivo en Estados Unidos. En el estado de la Florida, lugar donde reside quien escribe, solo la pasaban en un cine. No fue hasta dos semanas después que, ante las presiones, decidieron liberarla más. La excusa por parte del estudio fue que el largometraje siempre estuvo pensado para el streaming. Sea cual sea el motivo, la realidad es que Warner Bros pensaba que el autor no iba a llenar salas. El sistema le ha fallado a Clint Eastwood, un símbolo del mismo estudio. El sistema nos falló a nosotros ¿A esto llegamos?
Curiosamente, el sistema también falla en Juror #2. La cinta tiene a Justin Kemp (Nicholas Hoult) un hombre de mediana edad, recién casado y listo para convertirse en padre, que es citado para ser jurado en un juicio que sigue el posible asesinato de una mujer. El culpable sería su novio que tiene un pasado criminal. Sin embargo, cuando Justin escucha los detalles del caso, su mundo empieza a desmoronarse. Lo cierto es que nuestro protagonista estuvo cerca del lugar de los hechos el mismo día y la misma hora. Esa noche mientras manejaba, bajo una terrible lluvia, apartó la vista un segundo luego de que su celular sonara. Ante la distracción, chocó con algo. Se bajo, pero no vio nada, pensó que se trataba de un ciervo. Meses después se da cuenta que quizás no fue un animal. Quizás el verdadero culpable de la muerte de esta chica no estaba siendo juzgado, pero sí estaba sentado en la zona de jurados.
A primera instancia es obvio afirmar que la historia de Juror #2 es fascinante. Especialmente cuando nos adentramos más en la vida de este hombre y descubrimos de sus pasados problemas con el alcohol o las motivaciones de la abogada de la fiscalía. Para eso, mención más que especial a Jonathan A. Abrams, guionista debutante al que Clint Eastwood decidió darle una oportunidad. Pero la película va más allá de su sinopsis. Es incluso increíble y oportuno está situación en la que un gran conservador como lo es el director venga a señalar al sistema, teniendo en cuenta la actual situación política en Estados Unidos. Volver a las bases. ¿Qué define la democracia? ¿La defensa de ella o la verdad?
Justin Kemp vive dos juicios al mismo tiempo, el situacional y el de su corazón. En el primero todo parece indicar que quedará absuelto. Las apariencias engañan y el jurado desde que vio el aspecto del novio tomó una decisión. Pero, el segundo, es más complicado. El mismo protagonista se sabotea constantemente. Como si se tratara del inicio de 12 Angry Men, obliga a todos a discutir un poco más el caso ya que hay una vida en juego. Actores secundarios piensan igual como expolicia que interpreta J.K. Simmons. En definitiva, muchos sienten que hay algo raro detrás de todo esto.

Sabemos que en esta última etapa de Eastwood sus películas se centran, más que nunca, en el modo de narrar la historia que quiere contar. Acá omite las típicas discusiones y monólogos largos de las cintas de juicio, va directo a lo que pasa en la mente del protagonista. Lograr capturar su culpa y desesperación de una manera muy viva. Pero también muestra a los demás personajes. La nueva madre que puede ser un ser de luz, pero obliga a su esposo a pensar que lo que está haciendo es correcto. El abogado defensor que acostumbrado a perder esta vez tiene una corazonada. La fiscal que ahora es política se da cuenta que empieza a olvidar su verdadera misión. Todas forman parte de un sistema que busca la nobleza de un sueño americano que siempre se ve afectado cuando la supervivencia es individual.
Hay una escena con la cual me quedo para todo el año. Luego de que el juez dicte sentencia a este hombre que no es culpable, el personaje de Toni Collette se pregunta, mientras ve el famoso logo de «In God We Trust«, si hizo lo correcto. Hay un final abierto, esperanzador para los ideales del pueblo americano al que no se le puede culpar a director.
Lo de Clint Eastwood emociona, realmente emociona. Un nuevo ejemplo de menos es más. Una historia muy chica que logra completamente con éxitos lo que quieres hacer y contar. Cuando el autor se vaya una parte del cine y de las historias se van a ir con él. Uno quiere ser optimista, pero cuando ve actitudes como la de Warner Bros se hace difícil pensar en lo que viene. Esperemos que no sea la última película del director, pero si lo es solo queda dar las gracias por una vida entregada al cine.

¿Dónde puedo ver ‘Juror #2’?
La película llegará a Max el 20 de diciembre.
Nuestra puntuación de la película
5.0 out of 5.0 stars- Juror #2 (2024)
- Dirección: Clint Eastwood
- Guion: Jonathan A. Abrams
- Elenco: Nicholas Hoult, Zoey Deutch, Toni Collette, J.K. Simmons, Chris Messina, Gabriel Basso, Kiefer Sutherland, entre otros
- Fotografía: Yves Bélanger
- Edición: David S. Cox, Joel Cox
- Música: Mark Mancina
- Duración: 1 hora 54 minutos
- Nuestra opinión: Excelente