Parece que Pablo Larraín finaliza su trilogía de grandes mujeres (Jackie, 2016; Spencer, 2021) con la mejor entrega. Maria, película biográfica (al estilo del director) sobre la legendaria cantante de ópera, Maria Callas, cuenta la típica historia de la artista frustrada, pero bajo una narrativa y estilo de ensueño. El film tiene a una magnética Angelina Jolie quien entrega una de las mejores actuaciones de su carrera, y que, seguramente, estará presente en la próxima edición de los Oscars.
Maria, sigue la última semana de vida de Maria Callas. La encontramos retirada en los años 70s, viviendo en París y siendo una adicta a las pastillas. Es así como empieza a ver visiones que la harán repasar su vida antes de partir. La acompañan, su asistente personal Feruccio (Pierfrancesco Favino) y Bruna (Alba Rohrwacher) su ama de casa, que harán todo lo posible para que mire con mayor alegría sus días. Sin embargo, esto no será posible. La Diva, sabe que su destino está sellado y las puertas de su pasado no podrán cerrarse.
Lo primero que sale a relucir en esta película es naturalmente Angelina Jolie. La actriz se muestra como una persona vulnerable con el peso de una vida que la ha superado. Es imposible no pensar en los problemas personales de la actriz. En un momento, Maria confiesa que la fuerza de su canto viene desde las heridas de su pasado. Fácilmente uno puede imaginar que ambas historias están conectadas.
Ella está sensacional, conmueve y en muchos momentos traspasa la pantalla. Su performance a la hora de cantar pone a la audiencia al borde del llanto. Es verdaderamente emocionante. Cualquier adjetivo se siente corto en esos momentos de canto e ilusión. Hasta el más negador de la ópera, pasa ser un fan más. Y sí, es una lástima que Netflix haya terminado comprando los derechos de la película. Es de esas cintas que se deben ver si o si en un cine con la mejor pantalla y sonido.

Obvio, para que Angelina Jolie se luzca, tiene que haber un director de orquesta. Ahí entra Larraín, quién logra armar momentos mágicos. La película, haciendo uso a su aspecto espiritual, hace que cualquier calle vacía se convierta en un teatro de ópera. Logra que las salas abandonadas, estén habitadas por grandes orquestas. Convierte a plazas en sets de televisión. Encuentra humanidad hasta en los seres más terribles. Mágicamente, recupera a la diva que se quedó sin voz.
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La cinta usa como eje la lucha entre interna entre Maria y Callas, la mujer y la artista. A la diva siempre se le controló. Su madre, y sus esposos (especialmente Aristotle Onassis) siempre tomaban decisiones por ella. Lo cual no la llevaron nunca a buen puerto en lo personal. Ahora, Maria tiene el control. Ella es la que decide. La persona que vivió mil vidas y que por fin empieza a sacar las garras, aunque ya sea tarde.
Viendo Maria, Spencer y Jackie, queda la sensación de que estás mujeres nunca son serán felices. Siempre es desgracia tras desgracia. El director encuentra belleza hasta en los momentos más desesperanzadores. Es su forma de ver al mundo. Es debatible su narrativa, pero siempre está ejecutada a un nivel singular. La escena final, en lo que parece la primera vez en la que estás dos personas que habitan el mismo cuerpo se encuentran, es de las mejores del año. Ahí Maria canta al nivel de Callas. Es tanto el poder que el tiempo se congela. ¿No pueden vivir las dos? Parece que no, pues nuestra protagonista muere. Larraín busca un final poético para celebrar una vida gigantesca. Hasta un Nazi se emociona viendo esta gran obra.

Nuestra puntuación de la película
4.5 out of 5.0 starsFicha técnica
- Maria ( 2024)
- Dirección: Pablo Larraín
- Guion: Steven Knight
- Elenco: Angelina Jolie, Alba Rohrwacher, Pierfrancesco Favino, Kodi Smit-McPhee, Haluk Bilginer, entre otros
- Fotografía: Edward Lachman
- Edición: Sofía Subercaseaux
- Música: Rodrigo Amarante
- Duración: 2 hora 4 minutos
- Nuestra opinión: Muy buena