Speak No Evil o No hables con extraños, una adaptación de la película danesa Gæsterne que causó furor en plena pandemia hace dos años atrás por su punzante terror psicológico y hoy llega bajo el filtro estadounidense y con un James McAvoy más perverso que nunca. “La película explora los horrores de la interacción social en el mundo complicado de hoy y se pregunta sobre las reglas de lo que es aceptable”, así describió James Watkins el director y guionista en varias entrevistas a esta nueva entrega de la reconocida productora de terror Blumhouse.
¿Que ofrece esta nueva versión de la película?
El horror social ha emergido como uno de los temas más relevantes dentro del género, atrayendo por su capacidad de integrar la psicopatía y la perversión, elementos que a menudo pasan desapercibidos en nuestras interacciones cotidianas. En No hables con extraños, esta perversión toma forma a través de un psicópata funcional llamado Paddy (James McAvoy), quien detrás de su sonrisa encantadora y sus chistes, aparenta ser un esposo cariñoso, padre de un hijo con discapacidad, y hombre agradecido por una vida modesta en una granja, pero feliz. Sin embargo, esta fachada seduce a una pareja estadounidense, los Dalton, interpretada por Mackenzie Davis y Scoot McNairy, que, en su viaje por la Toscana buscando escapar de la rutina de Londres, cae en la trampa de una peligrosa ilusión. Aquí, la película explora uno de los temas recurrentes en el cine contemporáneo: las complejidades del matrimonio.
Como en toda película de terror, la simbología desempeña un papel fundamental en la trama. Desde el inicio, la Toscana se presenta como un terreno fértil para la fantasía y el deseo. Cuando las parejas enfrentan crisis, es común que busquen escapar de su microcosmos de problemas y se atrevan a liberar aquello que llevan latente. Todo este anhelo lo expulsan los ojos de Ben Dalton, quien al encontrarse con Paddy, un hombre que exhibe una apasionada conexión con su esposa y encarna la figura del macho alfa, ve despertarse en él el deseo de alcanzar lo mismo en un entorno ajeno.
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A medida que la historia avanza, descubrimos que los Dalton también ocultan sus miserias. En este juego de dualidades, se sienten atraídos por la idea de pasar un fin de semana en la granja de los recién conocidos. El director aprovecha esta dinámica para diseccionar temas profundos relacionados con el matrimonio: la infidelidad, los roles de género, y la crianza. A través de un thriller que aparenta ser convencional, el cineasta construye una poderosa reflexión sobre la psicopatía integrada: nada es lo que parece, y lo que brilla no siempre es oro.

Es en este contexto que Ben Dalton descubre que, en realidad, su matrimonio no estaba tan mal, y que es ante la verdadera amenaza, cuando el mal toca a su puerta, que él y su esposa logran unirse por el bien de su hija. El cineasta, sin embargo, muestra una visión más optimista del mundo, desplegando un tercer acto en el que el mal se erradica, y con él desaparecen las fantasías embriagadoras que a menudo envenenan las relaciones.
Pero sin dudas lo más envolvente de la nueva versión de No hables con extraños es la actuación desenfrenada del gran actor escocés que parece estar cómodo a la hora de ser un psicópata que destila miradas pesadillescas, sonrisas perversas y gritos hirientes. En una entrevista con el medio español El cine en la Ser, el actor expresó: ‘Este personaje es más aterrador que otros que he interpretado porque siento que hay gente así fuera’.

Nuestra puntuación de la película
3.5 out of 5.0 starsFicha técnica
- No hables con extraños (Speak No Evil, 2024)
- Dirección: James Watkins
- Guion: James Watkins, (Basado en el guion de Christian Tafdrup, Mads Tafdrup)
- Elenco: James McAvoy, Mackenzie Davis, Scoot McNairy, Aisling Franciosi, Alix West Lefler, Dan Hough, entre otros
- Fotografía: Tim Maurice-Jones
- Edición: Jon Harris
- Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
- Duración: 1 hora 50 minutos
- Nuestra opinión: Buena