Hace poco más de un año, llegaba a los cines Elvis de Baz Luhrmann, una irregular película con una gran actuación de Austin Butler. Una historia muy extravagante en la que Priscilla Presley tiene una participación bastante menor. Olvidable incluso. Ahora (¿a modo respuesta?), llega una película totalmente diferente bajo otro punto de vista. Si hay alguien que sabe de contracaras es Sofia Coppola, quien ya se vio envuelta en el reverso de Her, de su exmarido Spike Jonze, a su Lost in Translation. La directora así encuentra momento para interceder y responder.
La película cuenta desde el momento exacto donde la figura de Elvis, disfrazada bajo una divinidad, se le presenta a Priscilla hasta el momento en el que ella abandona esa devoción. Pasarán algunos años para que tome esa decisión. La pureza de la niña de 14 años quedará rápidamente en el olvido. Como si fuera una negociación política, Priscilla irá de allá para acá según cómo le convenga al rey del rock and roll. Priscilla es un buen retrato sobre los choques entre la inocencia y la realidad. Sofia Coppola impone su estilo (soundtrack y encuadres sacados de varias de sus películas) y expone con más gestos que acciones la historia. Captura los pasos oscuros de su relación con Elvis con momentos específicos y un sinfín de red flags. En cierta forma, pasa a ser secuela simbólica de Marie Antoinette. Hay algo de «realeza» de ambas historias.
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Claramente la cinta cuenta con un Elvis estilizado. Sin embargo, el famoso actor de Euphoria, Jacob Elordi, sale bien parado de esto. La historia incluso lo protege. No lo sube al escenario y solo lo pone a cantar una vez. Así no cae en la tentación de imitar. Está claro que ésta no es su película, por eso gran parte del estrellato está fuera de campo. Son muy pocos los momentos donde se puede ver el lado más humano de Elvis, como cuando habla con Priscilla sobre su madre o con las constantes charlas por teléfono con el Coronel. Por eso, enrique mucho la experiencia haber visto antes el film de Luhrmann. Ambas historias se complementan.
Cailee Spaeny hace un gran trabajo. «La película se grabó en 30 días, en la mañana tenía que actuar como embarazada y en la tarde como niña de 14 años», decía la actriz en la conferencia de prensa del film en el Festival de Nueva York. Spaeny logra capturar los deseos de una niña y la decepción de una persona con miradas, gestos y tonos de voz. Ella es de los mejores descubrimientos del año.
Lo cierto es que todo está bien en Priscilla. Incluso, la película termina exactamente dónde debe terminar, no alarga la historia. Cosa que en este género de «biopics» suele faltar mucho. Es una pequeña historia que cuenta los peligros de los deseos. Son muchos los momentos de indignación que te hace sentir la película. No olvidemos que estamos hablando de una niña de 14 años que fue tirada a los leones. Está muy bien lograda. Sin embargo, no dejo de sentir que es una película más de Sofia Coppola y ya. Se siente como algo que medio quería hacer y medio de encargo hizo. On the Rocks, su anterior película, mostraba algo diferente dentro de su filmografía. Priscilla es un poco más de los mismo. Esto no quiere decir que este mal, pero uno siempre les exige un poquito más a realizadoras como ella.

FICHA TÉCNICA
Priscilla (2023). Dirección: Sofia Coppola. Guion: Sofia Coppola (basada en el libro de Elvis and Me de Sandra Harmon Priscilla Presley). Elenco: Cailee Spaeny, Jacob Elordi, Ari Cohen, Lynne Griffin, entre otros. Fotografía: Philippe Le Sourd. Edición: Sarah Flack. Música: Phoenix. Duración: 1 hora 53 minutos. Nuestra opinión: Buena.
Esta película forma parte de nuestra cobertura al Festival de Cine de Nueva York 61