¿Qué habrán sentido las personas que vieron por primera vez La salida de los obreros de la fábrica o La llegada del tren de los hermanos Lumière? ¿Qué experimentó aquel que vio una película de D. W. Griffith? ¿Cómo vivieron la proyección de El Ciudano Kane los que estuvieron ahí? ¿Qué le pasó por la mente al que vio El Padrino cuando pensaba que ya había visto todo? Desde que ando por este antro siempre viví con nostalgia aquello que parece no haber más. ¿Qué será ser testigo del cine en su máxima expresión? Parece que tenemos una respuesta para eso a partir de ahora: The Brutalist, la película de Brady Corbet.
The Brutalist de 3 horas 35 minutos, dividida en dos partes con un intermedio de exactamente 15 minutos, sigue la vida postguerra de László Tóth (Adrien Brody) un arquitecto judío nacido en Hungría que viaja a Estados Unidos en 1947, dejando a su esposa en Europa. László, como cualquier otro inmigrante bajo esas condiciones, tiene un comienzo muy difícil. Atrás quedó el espacio para compartir al mundo su obra. Si embargo, pronto le llega una propuesta que cambiará el curso de vida. Deberá diseñar y construir una obra para un millonario.

Precisamente en The Brutalist todo es brutal. El pasado de László es brutal, tanto que en ningún momento la película se toma mucho tiempo para contar una historia que ya conocemos muy bien. El presente del personaje cuando se nos introduce es brutal. «Tu nariz es fea», le dice una prostituta al inicio de la película, «ya lo sé», responde a secas Adrien Brody. La obra que le encarga el millonario Harrison Lee Van Buren (un increíble Guy Pearce) es de estilo brutalista. La enfermedad de su esposa Erzsébet Tóth (Felicity Jones) y la adicción del mismo László, son brutales. El trató que tendrán siempre los poderosos para con él, siempre serán de caracter brutal. Sin embargo, lo más brutal de la película, es la imagen.
Ya se que ponerle en la carta a Santa este año. Deseo que todos puedan, no solo ver esta película en los cines, sino que consigan verla de la forma en la que fue grabada. The Brutalist fue filmada en 70 mm con camarás VistaVision, un viejo formato que ya no tiene mucho uso, más alla de ser utilizada para grabar algunos efectos especiales. Esto captura una imagen con mayor profundidad y calidad. Algo realmente insuperable donde los colores tiene un protagonismo inalcanzable. Muchas de las películas del Alfred Hitchcock, como To Catch a Thief (1955), The Man Who Knew Too Much (1956), Vertigo (1958) y North by Northwest (1959), fueron grabadas con esta tecnologia.

El inicio de la película es abrumante. László camina por la oscuridad mientras que una voz femenina nos pone a tono con algunas cosas de su historia. La música, que es una mezcla entre terror y esperanza, toma protagonismo mientras que él sigue caminando y pasando obstaculos. La escena secuencia a cámara en mano sigue unos segundos más y cuando parece que está a punto de asfixiarnos se da la luz. Entra a los golpes y con la música a todo dar la Estatua de la Libertad hace su aparición. La sensación de estar frente algo grandioso corre por nuestro cuerpo. Y esto es solo el inicio.
The Brutalist tiene dos partes. Las dos son grandiosas. Aunque la segunda tiene un giro argumental (brutal también) que todavía no se si es brillante o fuera de lugar. Brady Corbet de apenas 36 años, actor de Funny Games, Melancholia, y director de The Childhood of a Leader y Vox Lux, es más que solo el responsable de tomas impactantes y de una película en la que todo es importante. Es una luz dentró de tanta oscuridad. De la nueva camada, este realizador se une mi lista selecta de directores llamados a liderar al cine, con Alice Rohrwacher y Albert Serra a la cabeza.
La película tiene muchos hilos por los que podemos tirar. En cada visionado aparecerá uno nuevo. Pero hay uno a mi parecer central. A László Tóth se le pide hacer una obra gigantesca que tenga de todo un poco. El millonario (el futuro) insiste en que tenga biblioteca, sala de estar, un teatro, un gimnasio y más. Todo, lo más rápido y si se puede lo más barato posible. ¿Mármol de Carrara? No hay tiempo para eso. Una analogía sobre el cine y las artes con el presente. László Tóth es lo contrario. The Brutalist, es lo contrario.

Sobre The Brutalist hay y habrá muchísimas cosas más para decir. Tendremos tiempo para más visionados y para más discusiones. Igualmente, cabe aclarar que reafirmó la idea de que, es el tiempo el que determina si una película es una obra maestra o no. No lo que digan los tomates podridos ni yo. Tampoco es que la estoy poniendo a la altura de las cintas que mencioné al principio. Pero este film, sin dudas, tiene el poder de algo que ya estuvo y que necesitamos más que nunca.
PD: Hace poco se dió a conocer la noticia que Robert Downey Jr., cobrará 90 millones de dólares por su retorno a Marvel como Doctor Doom. El presupuesto total de The Brutalist fue de 10 millones.
Nuestra puntuación de la película
5.0 out of 5.0 starsFicha técnica
- The Brutalist (2024)
- Dirección: Brady Corbet
- Guion: Brady Corbet, Mona Fastvold
- Elenco: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce, Joe Alwyn, Raffey Cassidy, Isaach De Bankolé, entre otros
- Fotografía: Lol Crawley
- Edición: Dávid Jancsó
- Música: Daniel Blumberg
- Duración: 3 horas, 35 minutos
- Nuestra opinión: Excelente