Casi 30 años después, Adam Sandler decidió volver a uno de los personajes que lo llevó a la fama. El Happy del siglo XXI está cerca de los 60 años, perdió a su esposa Virginia (Julie Bowen) y enfrenta dificultades económicas y con el alcohol. Mientras sus hijos varones tienen trabajos sencillos pero poco emocionantes, su hija Vienna (Sunny Sandler, del mismo parentesco en la vida real con el protagonista) tiene la posibilidad de estudiar en una prestigiosa academia de danzas en París. La manera de recaudar ese dinero será volviendo al golf, el deporte que dejó por la muerte de su mujer. Esta es nuestra crítica de Happy Gilmore 2.
En este contexto, el empresario Frank Manatee (Bennie Sadfie, cada vez con más apariciones como actor), busca crear un nuevo formato del deporte para hacerlo más atractivo al público, mientras que viejos rivales como Shoteer McGavin (Christopher McDonald) se convertirán en inesperados aliados en el nuevo y delirante torneo del que participarán golfistas clásicos y nuevos deportistas que parecen más influencers que otra cosa.
El que conoce la carrera de Sandler sabrá que «su época dorada» fueron los noventa, donde además de la película del golfista, hizo las muy exitosas Billy Madison y El Cantante de Bodas. Luego vendría la primera década del 2000 con algunos proyectos menores y, directamente, desde la década pasada, un constante éxito comercial pero propuestas cada vez más vetustas y de humor simple y adolescente.
Happy Gilmore 2 es un poco mejor que esa infame segunda década de los 2000 de Sandler. Aquí el actor da una gran actuación de un hombre que perdió a su esposa y lídia con el alcoholismo. Además, hay que admitir que está muy bien filmada y que aprovecharon los 30 años de distancia en la historia, para filmar secuencias dinámicas y originales en torno al deporte de la mano de las nuevas tecnologías.
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Sin embargo, sobre la segunda mitad, el tono ridículo se intensifica y a eso se le suma que gran parte del humor parte de lo físico pero no es muy efectivo. Para los realizadores con que dos personajes se agarren del cuello constituye un chiste en si mismo, pero no hay gags visuales, diálogos ingeniosos o algo más que el slapstick propio del mundo Sandler, que son los golpes exagerados entre personajes pero sin grandes consecuencias.
Algo que si sorprende es la cantidad de famosos del país del norte que aparecen en papeles pequeños. Algunas de estas referencias pasarán por encima del público latinoamericano, aunque hay notables apariciones como por ejemplo de Bad Bunny, que interpreta a Buddy, el nuevo caddy de Gilmore, en un papel muy similar a los extraños personajes que solía hacer John Turturro en sus colaboraciones con Sandler.

Hay otro elemento que la vuelve algo inofensiva a la película. Y es el hecho del peso que el comediante le da a la familia y a las amistades en sus relatos. En algunos de los casos, como lo es en la participación directa de sus hijas, todos los proyectos tienen un aire ligero que reivindica este tipo de relaciones, como si los produjera con el solo fin de darle trabajo a amigos y familiares. Pero, lo cierto es que se pierde el riesgo al ser un humor que ofrece para todo público.
Sobre la segunda parte de la película, hay gran cantidad de minutos dedicado a este nuevo torneo que cuenta con fuegos artificiales, obstáculos en los caminos y césped movedizo. Esto juega en contra del resultado final. De un buen logrado tono dramático de su primera parte y el reencuentro de varios personajes, en su segunda hora la película se vuelve larga y ridícula pero con humor que solo parece gustarle a Sandler y compañía.
Junto a las secuelas de Zoolander, Tonto y Retonto y Ron Burgundy, esta película prueba que es muy difícil lograr secuelas de clásicos de la comedia que funcionen. Algo se pierde en el camino: quizás cuando pasa tanto tiempo, el tono alcanzado en la película anterior es difícil de replicar y a su vez, lo que le resulta chistoso a los espectadores no es lo mismo en décadas diferentes. Esos dos factores hacen que replicar el triunfo de la película original, que combinaba ternura, imaginativas secuencias y humor físico sea tan difícil como hacer hoyo en uno alcoholizado, como le pasa al personaje de esta comedia apenas entretenida de Sandler y amigos.

Nuestra calificación de Happy Gilmore 2
2.0 out of 5.0 starsFicha técnica
- Happy Gilmore 2 (2025)
- Dirección: Kyle Newacheck
- Guión: Tim Herlihy, Adam Sandler
- Elenco: Adam Sandler, Sunny Sandler, Julie Bowen, Christopher McDonald, Ben Stiller, Benny Safdie, Bad Bunny, Travis Kelce, Margaret Qualley, Haley Joel Osment, entre otros
- Fotografía: Zak Mulligan
- Edición: Brian M. Robinson, Tom Costain, J.J. Titone
- Música: Rupert Gregson-Williams
- Duración: 114 minutos
- Nuestra calificación: Discreta
Happy Gilmore 2 ya está disponible en Netflix