Cuando se habla de Audrey Hepburn, posiblemente se esté hablando de uno de los rostros más icónicos del cine clásico estadounidense. Es una figura que remite a infinidades de aspectos que a día de hoy todavía son revalorizados en la filmografía de esta excelentísima actriz. Hepburn supo conquistar Hollywood como también ser la representante de uno de sus género más importantes: la comedia romántica.
Son las características de la actriz las que le permitieron construir una carrera en base a personajes realmente entrañables. A lo largo de toda su filmografía, Audrey Hepburn encarna a diferentes mujeres que, sin importar la historia, solamente necesitaron de ellas mismas para validarse. Las protagonistas a las que les dio vida siempre reflejaron su actitud fuera de las cámaras.
Ya sea como estrella de Hollywood o como ícono de la moda, es fácil recordar a Audrey Hepburn como una de las mujeres que supo conquistar los corazones del mundo entero.
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Éstas son las 5 películas para conocer a Audrey Hepburn
Breakfast at Tiffany’s (1961)
Es imposible pensar en Audrey Hepburn sin imaginarla con el vestido Givenchy negro en los primeros minutos de Breafkast at Tiffany’s (1961). Si se refiere a íconos de la moda en Hollywood, ésta es la película indicada. Hepburn no solamente protagoniza un gran clásico del cine, sino también una de las más grandes comedias románticas. Una persona que busca ser otra, un amor incondicional y la reconstrucción de la identidad son fundamentales en la historia.
Cuando Paul Varjak (George Peppard) llega a su nuevo departamento, el destino lo cruza con Holly Golightly (Hepburn), una joven que parece vivir su vida sin preocupaciones. Sin embargo, a medida que Paul se inserta en la vida de Holly, empezará a descubrir que su comportamiento no es simplemente por su manera de vivir. Sino que también, la mujer esconde muchos secretos.
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Sabrina (1954)
Audrey Hepburn siempre fue el rostro elegido si de comedias románticas se trataba. El género supo engoblar a grandes directores de la época que poco tenían que ver con lo romántico, como lo es el caso de Billy Wilder. El legendario cineasta se dio el lujo de trabajar dos veces con la actriz. Una de sus más grandes películas, Sabrina (1954) contiene a un tridente de estrellas del que siempre va a destacar la entrañable Hepburn.
La película cuenta la historia de Sabrina (Hepburn), la hija del chofer de una familia muy adinerada de Estados Unidos. Al conseguir una beca para estudiar pastelería en Francia, decide abandonar el país para perseguir sus sueños. Cuando vuelve a su país de orígen, se convierte en el amor platónico de los hermanos de esta familia (interpretados por William Holden y Humphrey Bogart).
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Love in the Afternoon (1957)
Otra de las grandes comedias románicas de Billy Wilder está protagonizada por Audrey Hepburn. En esta ocasión, la actriz comparte pantalla con Gary Cooper, pero lejos está Love in the Afternoon (1957) de ser una película sobre vaqueros y el lejano oeste. Aquí el amor recorre todas las calles de París y es tan protagonista como ambas estrellas, que hasta se encuentra en el título del largometraje.
Hepburn le da vida a la joven hija de un detective privado que escucha lo que no debe escuchar: un hombre está furioso y decidido a asesinar al presunto amante de su esposa. La búsqueda por advertir y salvar a este hombre la lleva a su hotel, donde, en su encuentro, se genera una química casi instantánea.
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Charade (1963)
Ésta película de Stanley Donen no se puede catalogar como una comedia romántica convencional, para nada. Se trata de un ida y vuelta de identidades, misterio y secretos. Audrey Hepburn protagoniza Charade (1963) junto al siempre icónico Cary Grant. Pocas veces se vio la construcción de una química parecida a la que Hepburn y Grant generan en este gran largometraje.
Se cuenta la historia de Regina (Hepburn), una mujer cuya muerte de su esposo le genera varios problemas, desde la soledad hasta conflictos internacionales. Para ayudarlo, aparece Peter (Grant), el cual, a medida que avanza la película, parece ocultar su identidad ilimitadamente. Es este juego de secretos, espías y misterio (charadas) las que genera una de las mejores películas de misterio del cine clásico.
Funny Face (1957)
Otra de las grandes comedias románticas protagonizadas por Audrey Hepburn que tiene sede en la capital del amor: París. Ésta vez, Fred Astaire se dará el lujo de compartir pantalla con la actriz, y bajo la dirección de (nuevamente) Stanley Donen. Aquí se mezclan lo romántico con la comedia musical y una historia de superación única.
Funny Face (1957) inicia cuando, en la búsqueda de una modelo que rompa las normas, un fotógrafo (Ataire) se encuentra con una joven empleada de una libería parisina (Hepburn). Su relación es de fascinación, y pronto se convertirá en amor. Ambos personajes encuentran algo que estaban buscando, sin siquiera saberlo.
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