Treinta años después de su retiro de la natación, Diana Nyad (Annette Bening) reaviva una vieja chispa y se enfrenta a sus miedos, proponiéndose volver a intentar cruzar de Cuba a Florida a nado tras haber fracaso en el pasado. Junto con su entrenadora y compañera, Bonnie Stoll (Jodie Foster), se emprenden en camino de prueba y error para lograr el cometido.
Famosa en los 70′ por sus hazañas, Diana Nyad dio fin a su carrera deportiva en esos años tras el traumático fracaso en el cruce de Cuba a Florida. Treinta años más tarde, consumida por la obsesión de su derrota, se plantea realizar dicha gesta para así convertirse en la primera persona en realizar el empalme de zonas caribeñas. Basada en hechos reales, el filme cuenta con lujo de detalles gracias a su inspiración en el libro autobiográfico de Diana Nyad, “Find a Way”.
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El (pre)destino
Nyad, en la mitología griega, quiere decir “ninfa de agua”. Condicionada a nadar por su propio apellido, Diana lidia también con las expectativas de su padre de convertirse en una campeona. A lo largo de la película se nos muestra cómo la protagonista, ante distintas situaciones, siempre siente la presión de salir victoriosa, sea mediante excusas al perder o tomándose cualquier tipo de reto a pecho. El personaje mismo se construye en esta idea. Ella es una ganadora que lleva el peso de una derrota que le condiciona y quita el sueño. “Creo que la palabra es orgullo”, esboza la protagonista para definir y defender su tenacidad.
Con un frenético montaje que juega con los testimonios reales de Diana Nyad, se nos plantea a Cuba-Florida como el reto definitivo para la protagonista. Este le significa a ella el fracaso de su vida, convirtiéndose en el nudo a desatar en la película. No solo es un reto deportivo, sino que es una obsesión que persigue a Nyad, embarcándole en un camino de desarrollo personal más que físico.
Nadar a contracorriente
La película da lugar a múltiples temas que ahogan a la protagonista, entre los cuales están el abandono de su padre, el abuso de su entrenador cuando era niña y el destino predefinido. A lo largo de su trayecto, se nos presentan diversas metáforas respecto a estos traumas a los que Nyad debe anteponerse. Sin embargo, más allá de que la presentación de las tramas está hecha a la perfección, sus desarrollos quedan en vilo para dar lugar a la narración de los hechos. El impacto emocional del final funciona, pero da la sensación de que podría haber dado aún más de sí.
En cuanto a las actuaciones, Annette Bening y Jodie Foster protagonizan la película, dando lugar a una dupla con gran sinergia que excede el armado de sus personajes. Esta dinámica se convierte en lo más atractivo de la película, quitándole el protagonismo a la figura independiente de Nyad por momentos. El filme juega mucho con la idea de que Nyad debe primero anteponerse a su ego para lograr su cometido, y Bonnie Stoll se presenta como el apoyo condicional para esto. El logro será de Diana, pero sin Bonnie no existe tal proeza. Encontrar la victoria no sería tan satisfactorio si no es con quienes amás. Ese es el mensaje que la historia intenta brindar y, al fin y al cabo, logra proyectarlo de una forma orgánica.
En conclusión, es una película que no logra salir de lo que es cliché para su género, pero otorga una historia que da un bello mensaje sobre la amistad y el impulso de uno mismo hacia la excelencia.

FICHA TÉCNICA
Nyad (2023).
Dirección: Jimmy Chin, Elizabeth Chai Vasarhelyi
Guion: Julia Cox, Diana Nyad (basado en su libro)
Fotografía: Claudio Miranda
Música: Alexandre Desplat
Elenco principal: Annette Bening, Jodie Foster, Rhys Ifans
Duración: 121 minutos
Nuestra opinión: Buena