‘Spider’: La película olvidada de David Cronenberg

Conocé la historia de 'Spider', una de las joyas ocultas en la filmografía del director canadiense David Cronenberg.
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En los 70, David Cronenberg impulsa su carrera como director y guionista con películas como ‘Shivers’ (1975), ‘Rabid’ (1977) y ‘The Brood’ (1979). Para la siguiente década, su nombre pasaría a ser fundamental dentro del cine canadiense. Estrenó ‘Scanners’ (1981), ‘Videodrome’ (1983) y ‘The Fly’ (1986), entre otras. La filmografía que se formó a partir de esos años de cineasta, le dieron el nombre del Maestro del Horror Venéreo. En simultaneo, su figura se tornó importantísima para el cine de terror, y sobre todo, el body-horror.

Su excelente uso de los efectos prácticos y su manera de insertarlos en la narrativa convirtieron a Cronenberg como una figura vital para el cine de culto. Para la década de los 90, el cineasta se empezó a preocupar por mostrar más material proveniente de lo interno. Películas como ‘M. Butterfly’ (1993) y ‘Crash’ (1996) daban fe de cierto cambio en la agenda del director canadiense. Se podría decir que aquella década fue la antesala para que Cronenberg desarrolle su capacidad de narrar de forma dramática.

En el año 2002, sin embargo, cambiaría todo. El director empezaría el nuevo siglo demostrando su amplitud y talento a la hora de tratar historias reales. Dejaría el body horror a un lado y empezaría una segunda parte de su carrera. Donde no se preocupaba porque los efectos se vean reales, sino que mostraba un lado mucho más humanístico. Así es lo importante que fue ‘Spider’ (2002) para su filmografía.

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Mañanas frías, noches de infancia y una abundante melancolía. Esos serán los paisajes que mostrará David Cronenberg en ‘Spider’ (2002). Un adulto, un niño, sus padres y una enfermera. Cronenberg no necesita un elenco lleno de estrellas y locaciones explotadas de extras. Porque se trata de una película sobre, entre muchas otras cosas, la soledad. Retrata, además, un camino, una vuelta a los recuerdos, una lucha entre lo consciente y lo inconsciente. Un protagonista conflictuado, en búsqueda de respuestas, aunque ni quiera escucharlas.

Ralph Fiennes se pone en la piel de Spider, un hombre ya adulto que vuelve a su ciudad natal, en Inglaterra, para seguir con sus cuidados mentales. Habla muy poco, le cuesta socializar, no le es fácil entablar conversación con otras personas. Sus problemas psiquiátricos lo persiguen desde muy chico, donde vivió todo lo malo que a un niño le podría llegar a pasar. Su hogar es, ahora, una casa especial para pacientes en recuperación, con cuidado médico y compañía.

Sin embargo, la principal ambición de Spider será la exploración de sus más profundos pensamientos y recuerdos. Intentará reconstruir los hechos que lo llevaron a ser el hombre que es hoy en día. La infancia de este personaje es por demás de trágica. Su padre, alcohólico y mujeriego, y su madre, una pacífica ama de casa que daría todo por su hijo. Había amor en esa familia. Quizás por demás. Los diferentes hechos ocurridos en aquellos años modificaron, de una forma u otra, la conducta de Spider. Ésa es su búsqueda.

A partir de esta premisa, Cronenberg narra una fábula con el punto de vista centrado en su personaje principal. Una historia que es llevada por un personaje que, muchas veces, ve lo que quiere ver. Su inestabilidad mental ayuda a la narrativa, pero también la convierte en un terreno pantanoso, donde es difícil avanzar. Spider, nuestro personaje, irá armando las piezas de un rompecabezas casi infinito. Vuelve a su infancia. A su casa, al descampado, al bar. El cineasta logra demostrar esta distinción de tramas temporales fácilmente.

El tono que propone David Cronenberg resulta fundamental para comprender tanto la película en sí como la mente de su personaje principal. Casi no hay música, por lo que el silencio es protagonista. Escasos diálogos, lo que hace elevar la importancia del lenguaje cinematográfico. Una trama que se desarrolla lentamente, permitiendo un mayor disfrute a la audiencia, que desarrolla así una concepción más contemplativa del filme. El frio que, a través de la imagen, traspasa la pantalla y empieza a correr por el cuerpo no solo de Spider, sino que también del espectador.

Así es como Cronenberg construye una obra maestra. ‘Spider’ es el resultado de las indagaciones del director por intentar investigar las variaciones de la mente humana. Por un gran momento, dejó de lado sus preocupaciones por lo externo para empezar a tratar lo interno. Un relato con toques freudianos, que se desenvuelve con un protagonista que ni siquiera sabe por dónde empezar a desentrañar la trama. Un excelente drama, que solo Cronenberg sabe mezclar con el mejor thriller. Y dejarnos helados con su final.

'Spider' (2002) - dir. David Cronenberg. Disponible en la plataforma Qubit.tv

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