Crítica de ‘Adolescence’ (‘Adolescencia’): ¿Ya no podemos criar a nuestros hijos?

Publicado el March 19, 2025 por José Rey
Crítica

La nueva propuesta de Netflix se corona como la primer gran obra del 2025 en lo audivisual.

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Crítica de ‘Adolescence’ (‘Adolescencia’): ¿Ya no podemos criar a nuestros hijos?

A primera instancia, la nueva miniserie de Netflix de la que todo el mundo está hablando, Adolescencia (o Adolescence), parece ser una historia más de crimen que tanto gustan al público hoy en día. A medida que los episodios avanzan, especialmente luego del primero, nos damos cuenta que en realidad el show televisivo quiere establecer simples y exactas preguntas: ¿Cómo debemos criar a nuestros hijos en estos tiempos? ¿Acaso se puede?

¿De qué va Adolescencia?

La serie cuenta con cuatro episodios de una hora o de 50 minutos, todas filmadas bajo un plano secuencia, que siguen la historia de un chico de 13 años (Owen Cooper) luego de ser acusado de asesinar a una compañera de escuela. Su padre (Stephen Graham) y madre (Christine Tremarco) aseguran que todo se debe tratar de un error. Pero, luego de ver una evidencia contundente todo empieza a derrumbarse. El primer episodio se centra en el crimen; el segundo en el contexto; el tercero en el porqué y el cuarto en las consecuencias.

El crimen

El primer episodio de Adolescencia se centra en la expectativa. Una pareja de detectives (Ashley Walters y Faye Marsay) hablan de sus vidas y retos cotidianos mientras esperan la luz verde que de inicio a un operativo. Pasada esa etapa, irrumpen violentamente a un hogar en el que, en medio de gritos y llantos, se llevan a un niño bajo el acusación de asesinato. Ante la confusión y desesperación, trasladan al chico a la comisaria más cercana donde le leerán sus cargos para luego interrogarlo.

Hasta este momento, la miniserie de Netflix parece una más del montón. Se da inició una historia de, «¿lo hizo o no lo hizo?», que tantas veces hemos visto. Sin embargo, con ayuda del muy bien justificado plano secuencia (no necesariamente como con los otros episodios), el show nos da la oportunidad de adentrarnos de lleno en el sistema jurídico penal de país. Siendo testigos de cómo se trabajan estos casos prácticamente en tiempo real.

Otro gran acierto son las actuaciones de la serie. El trabajo de Stephen Graham (creador, guionista y actor) es brillante, con esta actuación pasa de ser de esos actores que la audiencia sabe que ha visto pero nunca recuerda su nombre, a ganarse un puesto en nuestra mente que no se irá. La imagen de su rosto mientras la policía examina el cuerpo de su hijo resume el episodio. La confusión, la desesperación y la decepción inundan su expresión.

Por último, cuando el episodio parece terminar dando pie a seguir con la idea de «¿lo hizo o no lo hizo?», la serie toma la gran decisión de acabar con la discusión. El chico es culpable y no hay mucho más que hacer. Esta no es una serie más.

El contexto

El segundo episodio de Adolescencia quiere mostrar el origen del caso. ¿Dónde inicio el crimen? Lejos de seguir con la historia del niño, la cámara vuelve a seguir a los detectives, quienes en busca de respuestas van a la escuela de la víctima y el victimario – ¿Cuándo fue la última vez que usted, querido lector, fue a una escuela? –. Los policías, quienes deberían, al menos, estar un paso adelante de los niños, están más perdidos que nunca. Los gritos, la poca atención de los alumnos, los profesores que cada vez se rinden más fácil, las nuevas formas de comunicación y una educación que ha conseguido respiro en los videos, hacen preguntarse a cualquiera: ¿Qué puede salir de bueno en este laberinto? (Por algo la escuela tiene ese diseño)

Acá se plantea una pregunta que, no debería generar mucho debate, pero lo hace y ahí está el punto del episodio. ¿Qué tanta responsabilidad tiene la victima? ¿Merecía lo que le sucedió? Claramente no, pero la serie toca el tema en busca de reacciones. Los detectives y la audiencia han visto el video, hay una niña muerta. Pareciera que dentro de nuestra sociedad es más entendible que, la víctima tiene cierta responsabilidad en lo sucedido a pensar que el internet está radicalizando a las nuevas generaciones.

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El episodio termina con el detective entendiendo mucho más el contexto. El laberinto está lleno de serpientes, ya que descubre que no es un caso totalmente aislado. Nadie está a salvo. El detective invita a su hijo a comer en busca de mejorar una relación que ha estado descuidada. Si el niño de un honorable trabajador que se cree y se ve que es un buen hombre ha cometido ese crimen, tranquilamente el suyo podría ser el siguiente. ¿Qué tanta responsabilidad tienen los padres y como pueden revertir situaciones cómo estás? Parece que un «Te amo» es un buen inicio.

Ashley Walters en Adolescencia de Netflix

El porqué

El tercer episodio es por lejos el más interesante en actuaciones y subtextos. Ya sabemos quién es el culpable y entendemos su ambiente. Ahora, ¿por qué hizo eso? ¿Estamos en frente de un psicópata y ya? Una trabajadora social visita al acusado en un centro de niños con comportamientos especiales. Fiel a lo que busca la serie, no hay una respuesta exacta. Los cambios de humor, la intensidad del niño y la manipulación constante que ejerce no permiten construir una imagen clara. Sin embargo, es un claro ejemplo de las actitudes machistas y salvajes escondidas en una personalidad victimaria.

El capítulo es un duelo de actuaciones. Cabe destacar que fue el primer episodio que se grabó de la serie. A su vez, este marca el debut actoral televisivo de nuestro joven protagonista Owen Cooper, quien se lleva todos los aplausos teniendo en cuenta que fue grabado en una sola toma de 55 minutos. Por su parte, lo que hace Erin Doherty como la psicologa, es un claro ejemplo demostrativo de como pararse ante actitudes machistas y violentas que se pueden vivir diariamente y no necesariamente en un centro clínico como ese.

La popularidad siempre ha sido un factor clave en los niños. Sin embargo, las redes sociales han masificado ese concepto al nivel de que debemos tener cuenta de Instagram ya que es la representación de que existimos. Lo mismo con la virginidad, que también ha sido siempre un tema importante, pero ahora, hay constantes discusiones dentro de las aulas en las que los chicos deben demostrar que ya han tenido su primera experiencia sexual o serán visto como un problema. Allí entra la famosa teoría de la que tanto hablan en la serie, la de 80%-20%. Siendo un claro ejemplo de como las nuevas generaciones de hombres heterosexuales creen que no tienen oportunidad con las mujeres. Dando por perdida una batalla que ni siquiera han dado, refugiándose así en placeres rápidos y artificiales como la pornografía.

Ahora, la pregunta de todo esto y a la que la serie apunta, ¿cómo protegemos a nuestros niños de todo esto?

Las consecuencias

En el cuarto episodio, a un poco más de un año del crimen, acompañamos a la familia del acusado en el día del cumpleaños de su padre. Lejos de ser un día especial, todos se preparan para celebrarlo. Por un momento parece que la normalidad reina en la casa, pero luego de que se dieran cuenta que la camioneta con la que trabaja el padre sufrió un acto vandálico con una palabra vinculada con el abuso a menores, el día empieza a desmoronarse. Nuevamente, a la sociedad le parece más fácil entender que un crimen como este tiene que tener como origen un acto impuro de un padre hacia al hijo y no lo que pasa en las redes sociales.

Durante un año la familia ha empezado a preguntarse si deben mudarse de la pequeña ciudad para dejar esto atrás y comenzar una nueva vida. Sin embargo, la verdadera pregunta que no los deja dormir es: «¿Nosotros somos también culpables?». La conclusión más rápida es que sí. Por lo menos es lo que pensaría la audiencia en promedio. Sin embargo, a medida que conocemos más a este grupo y entendemos el mundo en el que vivía este chico, el público, especialmente los padres actuales, empiezan a preguntarse: ¿Qué hubiera hecho yo de diferente?

El episodio, otra gran batalla de actuaciones, se afinca en el sentimiento de culpa de estos padres que termina por explotar cuando reciben el llamado del niño y este les informa que se declarará culpable. Cerrando por siempre cualquier duda e idea de libertad que le pudiera dar respiro a la familia y que solo se puede apaciguar con un «lo siento, debimos hacer más» hacia el chico.

Pero, nuevamente, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo protegemos a los chicos? ¿Qué puede salir bueno de todo esto?

Preguntas sin respuestas

A esta altura probablemente queda clara la intención dramática de la serie, la cual sí, es muy pesimista pero importante. Hace 15 años las redes sociales y el internet están en la mano de todos en el mundo. Sin embargo, todavía, el ser humano promedio, no entiende el impacto verdadero de ellas ni sabe cómo defenderse ante muchas situaciones que se dan día a día en estos lugares que, técnicamente, no son reales, pero que lamentablemente se le ha dado esa importancia. Qué una historia como Adolescencia esté presente y tenga tanta notoriedad en una plataforma tan vista como Netflix, debe contribuir a algo en esta lucha. Además, termina siendo la primera gran obra de este 2025.

Nuestra calificación

4.5 out of 5.0 stars

Ficha Técnica

  • Adolescence (Adolescencia, 2025)
  • Creado por: Stephen Graham, Jack Thorne
  • Dirección: Philip Barantini
  • Guión: Stephen Graham, Jack Thorne
  • Elenco: Owen Cooper, Stephen Graham, Ashley Walters, Christine Tremarco, Erin Doherty, Faye Marsay, entre otros
  • Fotografía: Matthew Lewis
  • Música: Aaron May, David Ridley
  • Duración: cuatro episodios de una hora o 50 minutos
  • Nuestra opinión: Muy buena

Todos los episodios de Adolescencia ya se encuentran disponibles en Netflix

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