Dividida en tres episodios, esta película plantea un triángulo amoroso, un intento de seducción fallido y un encuentro sentimental producto de un malentendido. Fragmentos de historias de amor signadas por la expectativa, la decepción y el arrepentimiento. A lo largo de dos horas, el director nos presenta tres historias diferentes, que de alguna manera se van relacionando entre sí. La primera de ellas gira en torno a un triángulo amoroso entre dos amigas amigas Meiko y Tsugumi y el ex de una de ellas, Kazuaki.
Wheel of Fortune and Fantasy (Japón, 2021). Dirección, Guion, Edición: Ryûsuke Hamaguchi. Elenco: Kotone Furukawa, Ayumu Nakajima, Hyunri, Kiyohiko Shibukawa, Katsuki Mori, Shouma Kai, Fusako Urabe, Aoba Kawai. Fotografía: Yukiko Iioka. Diseño de Arte: Masato Nunobe. Sonido: Akihiko Suzuki. Producción Ejecutiva: Satoshi Takata. Nuestra opinión: Excelente
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En esta historia encontramos dos momentos claves. El primero en donde una de las amigas le plantea la posible relación que puede surgir con un hombre (Kazuaki) que ha conocido y cómo este parece ser el indicado. A medida que avanza la conversación, Meiko va atando cabos y descubre que el hombre sobre el cual su amiga habla no es más que su ex pareja. Esta conversación entre ambas se da dentro de un taxi tras una sesión de fotos en la que ambas participaron.
El segundo momento, se trata de aquel en donde Meiko, tras despedirse de su amiga decide enfrentar a Kazuaki y se dirige a su trabajo. Allí vemos la misma dinámica, un espacio, dos personas conversando y mediante el diálogo, revelar más que palabras. Este método se repite en los dos siguientes relatos.
La segunda historia consta de una alumna, que convencida por un compañero, deciden realizar una emboscada a un profesor, para vengarse de él, tras un hecho significante. Ella trata de seducirlo y capturar, mediante el audio de su celular, la reacción inapropiada de él. Este hecho ocurre en una de las salas de la universidad donde ambos asisten. En cuanto a la tercera historia, se da entre dos compañeras que se encuentran tras casi 20 años sin verse. En este relato la tecnología ya no se utiliza debido a las consecuencias de un virus cibernético. Esto dio lugar a que las visitas y encuentros, sean planteados mediante cartas, postales o terminen siendo espontáneos. Es por eso que el reencuentro entre ambas tiene un gran significado. Es así que una de ellas invita a la otra a su hogar para charlar más tranquilas y rememorar los viejos recuerdos.
Como podemos ver, el método de un espacio, dos personas y un conflicto o tema pendiente, se repite en las 3 historias. Es éste el hilo conductor que las une y las entrelaza. Es a través del diálogo que descubrimos el tipo de relación o sentimientos que hay entre los personajes; no solo con el uso de las palabras, sino con gestos, miradas y silencios.
Además no podemos dejar de lado el protagonismo de las mujeres en estas tres historias y cómo ellas son las que tienen el control en los tres relatos. Ellas son dueñas de sus vidas y deciden, ya sea para bien o para mal, su destino.
Es clave destacar la dirección de Ryûsuke Hamaguchi. Es impecable a lo largo de toda la película. El director nos hace sentir espectadores privilegiados de estos pequeños momentos decisivos en la vida de los personajes. No abusa de los planos cortos o detalles, al contrario, los hace con planos amplios y de larga duración, haciendo de la espera, por ejemplo, algo real. Que sintamos lo que sienten los personajes, pero sin invadir su espacio.