Quieran o no, Hollywood está cambiado. Las verdaderas intenciones serán un misterio, pero por ahora cada fanático o seguidor a un movimiento puede esperar tranquilamente su parte del pastel. Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) buscaba darle presencia a una audiencia asiática y terminó siendo una gran película que puede tocar a cualquiera.
Una comedia romántica dirigida por Jon M Chu (Now you see me 2), protagonizada por Constance Wu (Fresh Off The Boat) y Henry Golding (A Simple Favor), trata sobre una mujer joven asiático-americana que viaja a conocer a la familia de su novio por una boda. Sin conocer mucho la historia de él, termina descubriendo que su familia es la más rica y poderosa de Singapur. ¿Simple no? bueno, no tanto. La cinta toca temas realmente culturales que no son tan fáciles de digerir, como el pensamiento asiático y cómo se maneja una familia en ese lugar.
En primer lugar hay que mencionar al elenco. Con ello tiene la mitad de la película ganada, ya que en su mayoría son rostros muy conocidos. No solo Constance Wu, quien ya ha sido nominadas a varios Critics Choice Awards por Fresh Off The Boat, sino que también está Michelle Yeoh (Memories of a Geisha), Awkwafina (Ocean’s 8), Harry Shum, Jr. (Glee), Ken Jeong (Community, The Hangover), Nico Santos (Superstore) y más. Literalmente parece un crossover al nivel de Marvel.
Luego, tienes una historia bien diseñada. Tanto así que te quedas con ganas de ver más, porque se ve a una familia con personajes tan ricos (no solo en dinero sino en personalidad) que crees que a cada uno se le puede sacar una película. Esto es gracias a profundizar bien la trama y no caer en estereotipos. Siempre hemos visto a un argentino/peruano/colombiano/mexicano haciendo de mafioso en una película de Hollywood, y puede serlo, pero un mafioso argentino va a ser muy diferente a un colombiano. Aquí vemos a personajes con virtudes diferentes sin estar alineado a lo que un americano piensa que es un asiático.


Por último, el Crazy Rich Asians tiene una buena reflexión sobre lo diferente que pueden ser las culturas. Rachel Chu (Constance Wu) es una newyorkina que se ve como asiática y habla chino, pero no piensa de una manera oriental. Cuando conoce a la familia de su novio en Singapur, se pueden notar a personas parecidas pero con dos mentalidades diferentes. La cinta rescata y expone los lazos tradicionales orientales contra el sueño americano. Esto es el punto de desarrollo que hace a la película algo más que una comedia romántica.
Hollywood ha empezado a cuidar sus producciones basados en suelos extranjeros. Coco es un gran ejemplo de ficciones que se ponen en los pies de los personajes y respetan sus tradiciones, razonamientos y ambientaciones. Aleja cualquier estereotipo evidente y proyecta una imagen mas verídica. Ni hablar de Black Panther. Crazy Rich Asians cumple con gran nota todo eso. En conclusión, es una comedia romántica que aprovecha y te enseña el modo de pensar asiático. Además de hacerte querer que tus próximas vacaciones sean en Singapur.