El hombre perfecto (I’m your man o Ich bin dein Mensch, título original) es una película alemana escrita y dirigida por Maria Schrader. Se trata de la primera directora alemana en ganar un premio Emmy, por la serie Poco Ortodoxa. El film fue presentado en el 71 ° Festival Internacional de Cine de Berlín y es uno de los títulos preseleccionados como candidata a la nominación de Mejor Film Internacional de los premios Oscar 2022.
I’m your man (2021). Dirección: Maria Schrader. Guion: Jan Schomburg, Maria Schrader, Emma Braslavsky. Elenco: Maren Eggert, Dan Stevens, Sandra Hüller, Hans Löw, Annika Meier, Jürgen Tarrach, Wolfgang Hübsch, Falilou Seck, Henriette Richter-Röhl. Fotografía: Benedict Neuenfels. Edición: Hansjörg Weissbrich. Música: Tobias Wagner. Duracción: 108 minutos. Nuestra opinión: Muy buena.
|Te podría interesar: CRÍTICA DE ‘MEN’, DE ALEX GARLAND CON JESSIE BUCKLEY (A24)
Alma (interpretada por Maren Eggert) es una arqueóloga que trabaja para el Museo de Pérgamo de Berlín y aparentemente necesita fondos para una investigación que lleva realizando exhaustivamente hace ya unos meses. Con el objetivo de recaudar el ansiado dinero, Alma se somete a un experimento bastante avanzado en el que deberá compartir tres semanas con un humanoide altamente desarrollado para que encaje a la perfección con sus deseos, su inteligencia y sus gustos. Un robot(interpretado a la perfección por el carismático Dan Stevens) en forma de humano con un algoritmo totalmente avanzado para hacerla feliz.
I’m your man es un cocktail refinado entre comedia de amor, drama existencial y ciencia ficción futurista. El film nos presenta directamente a Alma entrando a un restaurante elegante y de ensueños. Ya que el lugar desprende cierto atractivo de que ahí la magia del amor existe, fantasía exacerbada que presenta la esperanza de toda cita programada. Pero los ojos de Alma reflejan todo lo contrario. Su mirada deja entrever un cierto escepticismo ante el acontecimiento. Tomas, el humanoide, se encuentra listo para demostrar cuán perfecto es. Piropos, coqueteos y ¡hasta rumba! no son suficientes para que Alma se pierda en el encanto.
La protagonista logra esquivar absolutamente todo tipo de galanteo generando una tensión que nos transporta a la comedia ‘screwball’ de los años 40, tan bien lograda que generará en el espectador esa esperanza de olvidar quien es Tomas, o mejor dicho qué es, y querer que estén juntos, felices comiendo perdices. Lo interesante es que la historia comienza como una comedia clásica para poner a flote las preguntas filosóficas y antropológicas que están tejidas en los interrogantes que se desprenden de la condición humana: la soledad, el amor, la felicidad y el avance de la tecnología. Y así la historia coquetea con el espectador con la idea de que Alma, que por cierto el nombre nos recuerda lo que es ser humano, y un humanoide puedan estar juntos.
Dan Stevens nos concede una actuación brillante, no solo ya es magnético por el simple hecho de que habla en alemán, sino que con su mirada y lenguaje corporal juega a ser el humanoide detallado para Alma y logra el registro perfecto entre el humano y la máquina que debe ser. Sin dudas no es tarea fácil del actor pero desprende un cierto sentido del humor en sí mismo que logra un gran atractivo.
El hombre perfecto desata una cierta vibra melancólica, enternecedora y ambigua sobre la condición del amor y sobre qué es la felicidad ante tantos algoritmos, dejándonos entrever que muchas veces estamos solos y queda en nosotros en buscar el encuentro con el otro y responder a ese deseo profundo que solo uno conoce.