Pocas cosas hay más frustrante en el cine que una buena historia mal aprovechada. Ver My Policeman es primero entrar con dudas, luego jugarle todo al número ganador para que al final quedes sin nada. La película de Prime Video y Michael Grandage, basada en el libro de Bethan Roberts, comienza con un relato atrapante contado entre el presente y pasado. Con actores (por lo menos interesantes) como Harry Styles y Emma Corrin (The Crown), y bajo la premisa de un triángulo amoroso. Todos ingredientes para hacer algo relativamente digno. Sin embargo, parece que, entre el segundo y tercer acto, sin comunicación previa, cambiaron la empresa constructora porque el puente termina por caerse.
My Policeman (Prime Video, 2022). Dirección: Michael Grandage. Guion: Ron Nyswaner (basado en el libro de Bethan Roberts). Elenco: Harry Styles, Emma Corrin, David Dawson, Gina McKee, Linus Roache, Rupert Everett. Fotografía: Ben Davis. Edición: Chris Dickens. Música: Steven Price. Duración: 1 hora 53 minutos. Nuestra opinión: Regular.
En el presente, una Marion mayor recibe en su casa a un viejo amigo que está muy enfermo, idea que no le gusta nada a Tom, su esposo. La persona en cuestión es Patrick, quien hace 40 años mantenía una relación secreta con Tom. Ella decide cuidar a Patrick con la intención que la vieja pareja vuelva a hacer las paces luego de que se hayan perdido el rastro. El espectador recibe toda esta información, con un montaje paralelo del pasado, en los que podremos ver al joven e inocente Tom (Harry Styles), a Patrick (David Dawson) y Marion (Emma Corrin).
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Ciertamente My Policeman tiene un primer acto muy sólido. Un joven policía lucha internamente con su homosexualidad en una Inglaterra que, para el momento, dicha preferencia sexual era ilegal. El personaje de Harry Styles conoce a Marion, una muy linda profesora de escuela. Amante de los libros y la música clásica. Todo lo contrario de él. Mientras que empieza su relación conoce a Patrick, un refinado hombre que trabaja en un museo que sí tiene en claro su sexualidad. Ambos empiezan esta relación en secreto. El film quiere ser claro y preciso con la sexualidad de Tom, para ello muestra apasionantes escenas de sexo con Patrick, y aburridas y monótonas escenas de sexo con Marion. Además de eso, deja en evidencia como Tom nunca será su mejor y más completa versión estando con ella.
El principal problema de la película es que es una historia entre Tom y Patrick, pero está contada a través de la mirada de Marion. El narrador testigo no es algo nuevo ni osado, pero como todo debe tener cierta lógica. Si el testigo en cuestión, Marion en este caso, no logra reflejar al espectador los sentimientos de los personajes centrales, no está haciendo su trabajo bien. No es la historia de Marion, porque si lo fuera, sería otra historia, no esta. Esto más que nada desde el punto del presente. ¿Qué piensa Tom? ¿Qué piensa Patrick? ¿Por qué se dejaron de hablar? Preguntas claves que no parecen importar.


El segundo acto presenta el problema de que Patrick fue denunciado por ser homosexual. Es muy, pero muy, evidente que la denuncia va de parte de Marion. Sin embargo, la película de Prime Video quiere hacerse la interesante con el espectador. Tom tarda 40 años en enterarse de la verdad. Una película puede ser buena, mala o regular, pero si quiere subestimar a la audiencia, por lo menos, debe hacerlo interesante.
Lo último. Se habló mucho de que Harry Styles no sabe actuar. Ciertamente en Don’t Worry Darling es regular. Acá, 10 puntos.