Sin duda, las montañas y los bosques son una de las locaciones más visitadas por el tipo de cine que expresa desde sus espacios. Estos lugares, generalmente alejados de cualquier tipo de civilización, proporcionan óptimas condiciones de versatilidad. Gracias a la poca actividad humana que se desarrolla en dichas ubicaciones, ellas cambian según las historias de sus personajes. En el caso de Brokeback Mountain, las montañas se vuelven un paisaje sublime. En cambio, películas como The Shining se encierran entre bosques amenazantes, que parecen no dejar salida. Réduit aporta novedad porque provee a sus personajes de un bosque que despierta en ellos tanto admiración como temor, tocando temas que van desde la relación padre e hijo hasta el cambio climático.
Réduit (Retreat, 2022). Dirección: Leon Schwitter. Guion: Michael Karrer, Leon Schwitter. Fotografía: Robin Angst. Música: Hora Lunga. Elenco: Peter Hottinger, Dorian Heiniger. Duración: 82 min. Nuestra opinión: Buena.
En Réduit Los paisajes no condensan un solo sentido, ni mantienen una misma gradualidad durante toda la película. Cabe destacar que el largometraje tampoco se comporta de esa misma forma. A pesar de tener un conflicto central, sus personajes vacilan constantemente en sus decisiones y en la relación que poseen con el espacio. Como dijimos, lo que de día puede tener el aspecto de un bosque sublime, de noche puede parecer el escenario de una película de terror como lo es Blair Witch.
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Pero, en formato de error o de logro según quien quiera verlo, es el bosque quien nos otorga toda esta información. La mayoría de las veces vemos planos de los personajes caminando a través de él, u admirándolo o detestándolo en silencio tras las ventanas de su casa. Por suerte, las pocas veces que obtenemos díalogos y razonamientos externos ellos nos sirven de extrema utilidad para comprender lo que sucede. Es decir, no se le puede reprochar a Réduit poco entendimiento en relación a su historia. El problema es que, en ciertos casos donde sería interesante escuchar las opiniones de los protagonistas, solo los vemos en plano contemplativo.


En síntesis, Réduit logra algo increíble, que es la posibilidad de canalizar los sentimientos de sus personajes a través de un espacio como lo es el bosque. A pesar de la poca información dura que nos otorga la película, logramos comprenderla y en varios casos entender lo que los protagonistas sienten sin tener que escucharlos. Sin embargo, la decisión de que el bosque sea igual o más actante principal que las personas que lo habitan puede llegar a aburrir al espectador ansioso de desovillar la trama mediante diálogos. Caso contrario, es una buena película para entrenar el ojo deductor, aquel que lee entre las líneas de las acciones y sus contextos.