«Madre hay una sola», más allá de que también hay un solo padre, se entiende la frase. Mientras vamos creciendo el color del mundo va desapareciendo, encontramos sentimientos encontrados no solo en nosotros, sino especialmente en nuestros padres. Esos que parecen poder hacer todo, también están llenos de miedos e inseguridades. «Más feo que ver a una madre llorar el día de las madres», otra que escuche mucho, y es que es cierto. No hay nada más doloroso que ver a nuestros primeros héroes con heridas. La inglesa Joanna Hogg, que terminó de irrumpir en el cine con The Souvenir y su secuela, presenta, en colaboración con Tilda Swinton, algo de esto en The Eternal Daughter.
The Eternal Daughter (2022). Dirección y guion: Joanna Hogg. Elenco: Tilda Swinton, Joseph Mydell, Carly-Sophia Davies. Fotografía: Ed Rutherford. Edición: Helle le Fevre. Duración: 1 hora 36 minutos. Nuestra opinión: Muy buena.


Una hija de unos 40 años y su madre mayor, se instalan en un hotel en un bosque escondido para celebrar el cumpleaños de la segunda. Dicho lugar antes era una mansión en la que creció la madre. Allí, en un ambiente fantasmal, desentierran secretos del pasado que marcaron sus vidas. Esta gótica e hipnótica historia de Hogg, logra representar en menos de dos horas todos los altos y bajos de una relación entre una hija y su mamá.
Por momentos The Eternal Daughter recuerda a Rebecca (1940) o incluso a The Shinning (1980), lo cierto es que la película tiene una profunda atmosfera existencial. Es espeluznante y se sirve de un gran trabajo de sonido que dejará marcado a cualquiera que tenga un padre mayor o lo haya ya despedido. El film va creciendo bajo un tono en el cual todo indica que el peligro está por llegar, hasta que llegamos precisamente al tercer acto. Allí, el pasado y presente servirán para que las lagrimas empiecen a correr.
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Tilda Swinton entrega dos grandes actuaciones. Mejor dicho, entrega una gran actuación de lo que parece ser un mismo personaje en dos distintos tiempos de su vida. Hogg, a pesar de no llegar a la autoría de The Souvenir, lográ un impecable trabajo aprovechando un terreno existencial que ya domina. Juega con las diferentes sensaciones cinematográficas. Así, The Eternal Daughter termina siendo una montaña rusa de sensación que pretender sanar y hacer las paces con un corazón roto.