Time Bomb Y2K es una propuesta que explora el efecto 2000, más conocido como Y2K, que consistía en un bug o error de software en las computadoras, en la cual las máquinas no reconocían dichos dígitos. Los programadores, para economizar en memoria, solo se almacenaron fechas en los años cuyo números comenzarán en 1900, solo cambiando los últimos dos dígitos. Este gran error causaría, según expertos, el colapso total del mundo.
Construido completamente por imágenes de archivo, el documental realiza una cuenta regresiva desde 1995 hasta el 2000. La histeria que manejaba la sociedad estadounidense durante esos años era evidente. Este tema se volvió tan importante a nivel nacional que el presidente de estados unidos creó un consejo especializado en este tema. Se gastaron millones y millones de dólares para detener el “presunto” caos.
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Time Bomb Y2K es un documental apunta a un público muy estadounidense, pero al mismo tiempo se burla de ellos. La sala, gran parte de la proyección, se la pasó entre risas. Aun así, me parece que el mensaje que quiere dar se pierde. No se termina de entender si se quiere burlar de la sociedad de ese momento y su histeria, poner en perspectiva la dependencia que hasta hoy en día tenemos de la tecnología o dar un mensaje político (en un momento se hace un chiste con respecto a Putin, por ejemplo). Cualquiera sea el caso, no termina de profundizar en ninguno y el documental termina siendo disperso.
Aunque su duración no es tan larga, sus 80 minutos comienza a pesar llegada la hora. Aun así, si se quiere pasar un rato agradable y ver una propuesta no tan pesada es una buena opción.
FICHA TÉCNICA
Time Bomb Y2K (2023). Dirección: Marley McDonald, Brian Becker. Edición: Marley McDonald, Maya Mumma. Música: Nathan Micay. Producción: Brian Becker. Producción ejecutiva: Penny Lane, Gabriel Sedgwick, Tina Ngyuen, Lisa Heller, Nancy Abraham. Duración: 80 minutos. Nuestra Opinión: Buena.
Esta crítica forma parte de nuestra cobertura al BAFICI 2023