La toxicidad en las relaciones ha estado últimamente muy presente en el cine. Esto es lógico pensando que venimos de eras como el Nuevo Hollywood donde el motivo de las películas era como las sociedades afectaban a los personajes. Pasamos de historias donde las cosas se hacían porque era nuestro deber, a empezar a cuestionar las actitudes de las personas que nos rodean. Pero para poder reflejar bien los sentimientos de un personaje es necesario ensuciarse un poco las manos y escarbar. De no ser así quedará en pantalla la historia de personas molestas que no tiene valor para tomar decisiones en su vida. Eso es Malcolm y Marie.
Malcolm y Marie. Guion y dirección: Sam Levinson. Fotografía: Marcell Rév. Música: Labrinth. Elenco: Zendaya, John David Washington. Duración: 106 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: regular.
Sam Levinson, showrunner, director y guionista de Euphoria decidió tomar a parte del equipo de la serie y grabar algo durante la cuarentena. Así fue como en seis días escribió el guion con ayuda de Zendaya. Con la idea de grabar una película íntima el director se llevó a 12 personas a una casa en el pueblo de Carmel, California e hizo vida a Malcolm y Marie.
Malcolm, interpretado por John David Washington (Blackkklansman, Tenet) es un director que acaba de estrenar una película que, por lo que se indica, será todo un éxito. Luego de regresar del estreno, lo que debería ser una noche de celebración y alegría, se termina convirtiendo en una noche de reflexión, pelea y reclamos con su pareja Marie (Zendaya).
Hablar del motivo de las peleas está un poco demás, no por carezca de lógica, sino porque el acto en si termina estando en un segundo plano. Ella tiene un pasado complicado, él se siente su salvador. Ella no se siente valorada, él tampoco. Ella le dice a él que no sabe nada de la vida porque es un privilegiado y él le dice a ella que es débil. Una guerra tras otra de monólogos. Pero solo eso. Es de estas historia que como espectador, sino le crees a los personajes, sencillamente no funciona para ti. Especialmente en este caso, ya que solo tenés a dos personas y una locación.
Lo peor del asunto es que la película es consciente de ello. Levinson toma una decisión fallida pero entendible porque viene del palo de la televisión. Podríamos denominarlo como el Efecto Netflix. Al no tener capacidad de mantener al espectador envuelto en la película, hay que lanzar algo sorpréndete, que aumente la tensión y recupera la atención de la personas que esta frente al televisor. Por eso vemos que Zendaya llega molesta a la casa, por eso vemos que desaparece un momento, por eso de la nada Malcolm da un discurso (uno genial por cierto) sobre el estado del cine y los críticos. Por eso en un momento alguien agarra un cuchillo. Por eso van a tener sexo pero no tiene. Por eso se sientan sin decir nada por un rato. Y así. Quizás esto sea lo más crítico de la cinta, porque demuestra que no se puede mantener.
Por otro lado sorprende que sea una guerra de monólogos pero no haya en ningún momento una explosión de los personajes. Solo chispazos. Es bastante molesto, pero necesario, comparar esta película con Marriage Story (2019). Más allá de tu opinión sobre la cinta, al nombrarla o leer su nombre inmediatamente piensas en Adam Driver gritando con el suerte rojo. Sin duda la mejor escena y que resume todo lo que se quiere contar. Acá, no se entiende como no hay una pelea verdadera en una película de peleas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, si los personajes no te transmiten nada con su habla, queda una película de 2 horas de gente peleando. Por eso debemos buscar lo extra. Malcolm & Marie está grabada en blanco y negro sin ningún motivo alguno. Blanco y negro no es sinónimo de íntimo, eso déjenlo a Instagram. Otro falló puede ser la casa. “Puede ser”, porque ya depende del director. Pero lo más lógico sería que la casa se convirtiera en otro personaje. Volviendo a Marriage Story, Nueva York y Los Ángeles son otros personajes más, influyen, afectan, son ejes de la película.
La película en si no funciona y es una lástima porque Euphoria es de lo mejor que se ha hecho en los últimos años en la televisión. Incluso hace menos de un mes se estrenaron dos episodios especiales donde Rue y Jules tiene conversaciones largas y, sí funcionan muy bien.
Ahora, la película la terminamos puntuando como regular (y no mala) por las actuaciones. Zendaya levanta mucha. Es clave porque logra convencerte sobre el pasado que ha vivido que tanto se menciona. Washington por su parte también expone con muy buena nota. Incluso combinan a la perfección, ella maneja un ritmo más dramático y él se afinca en la comedia. Quizás en el teatro hubiera sido otra cosa.