Aunque Tim Burton acaba de consagrarse como el hit maker absoluto del terror familiar con su merecida estrella en el Paseo de la Fama, el director no siempre fue el causal de que las salas se llenen con espectadores dispuestos a ver cine no convencional. Como cualquier ícono, alguna vez comenzó desde cero, pero su punto de partida no fue similar al de sus contemporáneos. Todo lo contrario, Burton se aventuró a enamorar al público Beetlejuice (1988) con una historia cómica, bizarra y paranormal, sobre una pareja de fantasmas que quiere deshacerse de la familia que invadió su propiedad.
Luego de ser criticado arduamente en los últimos años por «haber perdido su brillo», el artista tomó la controversial decisión de regresar a su primer amor. Desde el primer momento, aclaró que no lo hacía por alguna razón de orden comercial u obligación máxima de continuar con aquella historia, sino porque, lisa y llanamente, quería volver a divertirse y retornar a las motivaciones que lo llevaron a convertirse en lo que es hoy. Beetlejuice Beetlejuice es el reflejo de tales ambiciones, y busca ser una cinta simpática que agrade a los espectadores durante casi dos horas. Nada más que eso se le debería pedir, si es el argumento con el que fue creada.
No es el retorno de un grande, sino de su amor
Aquellos que consideren que Beetlejuice 2 es la vuelta de un épico Tim Burton a la pantalla grande, van a encontrarse con una gran decepción al contemplar su proyecto más reciente. Hay una verdad absoluta, y es que, a partir del 2010, el cineasta dejo de conseguir el impacto que tuvieron sus trabajos hasta ese entonces. Podrían rastrearse miles de culpables, pero, ciertamente, Burton no es uno de ellos. Él mismo confesó haber perdido esa chispa, pero no por una falta de habilidades, sino por decisión propia. Ya no es el mismo joven que creo los mundos intricados donde respiraron Sweeney Todd o Willy Wonka, y es algo que se le puede perdonar sin problemas. Sin embargo, lo que empezó a preocupar a los amantes de su cine fue que, en Dumbo, quedó claro que también había perdido el amor por su quehacer.
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En este sentido, la segunda entrega de Beetlejuice es un triunfo absoluto, y una demostración de que uno de los mejores directores contemporáneos sigue en pie. Para la ocasión, Burton expandió el mundo de los Deetz con creces, y, de hecho, muy poco de la acción tiene lugar dentro de la casa que fue el epicentro absoluto del material original. Todo lo contrario, Lydia, Delia y Astrid Deetz deben volver allí a raíz de la muerte de Charles, y tal reencuentro con el hogar encantado significa algo distinto para cada una.

La expansión del primer universo de Tim Burton
Michael Keaton, Winona Ryder y Catherine O’Hara son los grandes aciertos del filme, e incluso podría decirse que, en la construcción de sus personajes dentro de la secuela, se vislumbra el antiguo resplandor de Burton. En cambio, Jenna Ortega desaparece por completo, a pesar de ser el vehículo principal de la película. Por otra parte, la producción se bifurca en varias tramas secundarias que bien podrían desaparecer y dejar la historia intacta, siendo la liderada por Willem Dafoe la única que valdría la pena conservar.
Sin embargo, tales señalamientos no son una falla de Burton, sino su decisión de priorizar algunas cosas sobre las otras y experimentar en sectores de Beetlejuice en los que anteriormente no ahondó, debido al carácter hermético de la primera entrega. Aunque sí cabría reprocharle (si fue su decisión) la disminución del protagonismo de la música de Danny Elfman, que siempre se caracterizó por ser tan estridente como las películas donde era insertada, y en su nueva colaboración parece más un sonido de fondo.
Conclusiones
En síntesis, Beetlejuice Beetlejuice no supera en ningún aspecto a la original, ni es aquel su objetivo. Así como Burton la realizó para divertirse, el espectador debería ir a verla con el mismo fin. No va a encontrarse con alguna pista que demuestre que el director volvió a las épocas doradas de su creatividad, porque no es el caso. Pero sí se reencontrará con las mejores marcas autorales de Tim: su amor por los efectos prácticos, el humor irreverente, los universos detallados y, sobre todo, su eterno cariño para con los actores que le permitieron hacerse un nombre en una industria que siempre lo vio como un bicho raro.

Nuestra puntuación de la película
4.0 out of 5.0 starsFicha técnica
- Beetlejuice Beetlejuice (2024)
- Dirección: Tim Burton
- Guion: Alfred Gough, Miles Millar
- Elenco: Michael Keaton, Winona Ryder, Catherine O’Hara, Jenna Ortega, Justin Theroux, Willem Dafoe, Monica Bellucci y Arthur Conti
- Fotografía: Haris Zambarloukos
- Edición: Chris Dickens, Neil Smith
- Música: Danny Elfman
- Duración: 1 hora 44 minutos
- Nuestra opinión: Muy buena