Los recuerdos, las aventuras, las desventuras, las memorias y los momentos pasados siempre vuelven, por algún motivo u otro, a resurgir en el presente. Uno siempre piensa lo que cambiaría del pasado si tuviese la oportunidad. Puede haber nimiedades o hasta cosas monumentales, pero siembre se busca el dichoso cambio, y más aún cuando hablamos de lo que ya pasó. Sin embargo, resulta imposible seguir imaginando nuestra actualidad cambiando las cosas que hicimos previamente. El mínimo cambio, por más pequeño que sea, determinará el rumbo por el que fue nuestra vida. Pensarlo es fácil: cada cosa que hicimos o cada momento que pasamos definió nuestro lugar en el presente, de alguna u otra manera. El pasado es algo incambiable, algo que ya pasó y que no se puede modificar. ‘Mank‘ refuerza fehacientemente este punto.
La nueva película de David Fincher se define como una más de su filmografía, una cinta que critica algo en específico. Durante la carrera de Fincher, lo hemos visto combatir el capitalismo, el consumismo, el periodismo amarillista, las corporaciones y, más recientemente, el mundo de Hollywood. ‘Mank’ cuenta la historia de Herman Mankiewicz, un guionista devenido en alcohólico cuya vida es afectada crucialmente por los cambios en el Hollywood de finales de los 30. Mientras tanto, Mankiewicz tiene en su cabeza el guion de la nueva película de Orson Welles, ‘Citizen Kane‘.
‘Mank’. Dirección: David Fincher. Guion: Jack Fincher. Fotografía: Erick Messerschmidt. Música: Trent Reznor y Atticus Ross. Protagonizada por: Gary Oldman. Duración: 133 minutos. Nuestra opinión: Regular.
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David Fincher presenta su nueva película como un claro homenaje al cine clásico norteamericano. El director intenta parecerse a un filme de época retomando las características que tenían aquellos. Los desvanecidos a negro, las transiciones rápidas, los diálogos ingeniosos que dicen mucho pero no dicen nada y el blanco y negro. Esta última característica, sin embargo, resulta algo molesta al ojo del espectador. El blanco y negro intentando aludir a una película antigua se torna muy forzado, como un efecto irreal y vagamente agregado en post-producción como si fuese un filtro de Instagram. La dirección de Fincher, además, resulta muy diferente a sus trabajos anteriores. Se podría decir, que esta película contiene una dirección para nada «fincheriana».
La dirección carece de lenguaje cinematográfico destacable y Fincher presenta una narrativa por momentos inentendible. El relato se cuenta de manera no lineal, con escenas en el pasado y escenas en el presente que se pueden diferenciar por el accidente que sufre el personaje principal. De todas formas, el hecho de que tome la misma característica de narrar como lo hace ‘Citizen Kane‘ no hace que la película se pueda entender a la perfección. Muchas veces el espectador se pierde ante esta forma de contar muy (demasiado) desordenada.
La puesta en escena refuerza todo los puntos negativos que tiene el filme. La ambientación es perfecta, todos los detalles están a la vista y el montaje tiene un valor más que destacable. El producto final termina siendo una película que intenta imitar las características de un filme americano clásico. Muchas veces, la cinta se olvida de sus personajes y quiere contar algo de historia sobre estudios y compañías. La subtrama de la votación dentro de los estudios de la MGM es, lisa y llanamente, incomprensible. Se descuida la historia del personaje principal y se alude a hechos históricos y acontecimientos para nada. Si, está bien que se quiera poner en contexto los dramas que tenían los estudios de Hollywood en esos tiempos, pero se exagera la historia y termina siendo totalmente irrelevante para su seguido desarrollo.
Sin rumbo alguno
‘Mank‘ presenta la historia de un personaje en decadencia. Un hombre atrapado debido a muchas circunstancias: tiene que entregar un guion en menos de 60 días, la bebida lo tiene perdido y encima está postrado en una cama y exiliado de la ciudad debido a que un accidente automovilístico le quebró la pierna. Herman Mankiewicz es un personaje muy complicado e invariable, nunca se sabe cuál será su próximo paso o decisión. Gary Oldman interpreta el papel principal y lleva a cabo un trabajo admirable. Toma el personaje y lo hace suyo. En cuanto al resto del elenco, no surge nada destacable. Volviendo al papel principal, a Mankiewicz le dan una historia de amor. El personaje que hace la parte femenina del filme es Amanda Seyfried, pero por favor, historias de amor insulsas si las hay. El dúo Oldman-Seyfreid tiene menos química que un pedazo de madera.
Los personajes de la película terminan resultando aburridos, carentes de la transmisión de alguna emoción. Los personajes son demasiado débiles, algunas veces parece que están ahí para hacer lugar. Es imposible simpatizar con los papeles y mucho menos ponerse en el lugar de ellos. Casi se podría decir que no poseen una cualidad humana. Ningún personaje tiene rumbo, ni siquiera el principal. La película se concentra tanto en mostrar la época y en los acontecimientos históricos que termina olvidándose que tiene personajes por desarrollar.
El cine dentro del cine
David Fincher aprovecha y utiliza ‘Mank‘ para largar todo tipo de críticas (para nada constructivas) a la industria del cine, las empresas y las productoras. Fincher apunta y dispara para todos lados. Intenta tirar abajo la teoría del autor poniéndole mucho énfasis al trabajo que hay detrás de una película, que no solamente se encuentra en lo que hace el director. Además, critica fuertemente a las empresas (siendo que realizó una película para una de ellas). Expone su punto y sus ideales pero termina cayendo en una dirección no tan destacable, una historia sin conflicto clave, una película con diálogos de más y unos personajes insulsos. Eso si, mientras haya plata para hacer otra película, todo bien.
Puntuación: Regular. Netflix: 'Mank' (2020) - Dir. David Fincher. Ⓒ Martín Rodriguez, 2021. Permitida su reproducción total o parcial citando la fuente.