

Reivindico una película de ciencia ficción que por lo menos para mí, cuando Netflix la estrenó, pasó bastante desapercibida. Y eso que ahora es casi imposible que se escape cualquier estreno de la plataforma, con todas las webs que hay hablando de ella y con el maravilloso Twitter, alabando cada dos por tres las bondades de tener dicha plataforma de streaming.
Además, tiene el maravilloso valor extra de contar entre sus intérpretes con Gary Oldman. Cierto que de él solo se puede disfrutar en versión original, ya que solo aparece en voz y no en cuerpo; pero menuda presencia, aunque solo sea vocal. Es más, diría que ese Tau es el 80% de la película, el otro 20 se lo dejo a la no menos magnética y maravillosa Maika Monroe, a la que recuerdo sobre todo por It Follows de la que algún día hablaré.
La película habla de una chicancon una vida solitaria y metida siempre en problemas, que es secuestrada. A partir de ahí, no hay más que decir, porque odio destripar sorpresas, y desde ese momento, la película hay que disfrutarla como lo que es: un delirio futurista, plagado de sorpresas y de acción.
Una acción rocambolesca, con un mínimo de personajes, pero que consigue atrapar gracias a su delirante propuesta y a una actriz entregada a la causa. Cierto es que tiene muchas carencias, un guión poco efectivo, unas resoluciones infantiles, un final dudoso, pero en conjunto, es entretenida y fácil de ver.
El look futurista, así como una historia de soledad y amor sí que los compro y al final, para mí, hacen la propuesta interesante y atractiva.


Nuestra opinión: Buena.