No hay cosa más horrenda que la desaparición o asesinato de un niño. Hay decenas de películas sobre el tema, especialmente en Netflix. El punto de vista siempre puede adquirir una cuota de morbo innecesario. The Stranger, o El extraño, basado en un caso real, se convierte en un thriller que toma en cambio, una decisión interesantísima: es la construcción de la psiquis de un psicópata y por extensión de su perseguidor, pero sin mostrar sangre o violencia alguna.
Lo primero que hay que decir es que la película escrita y dirigida por Thomas M. Wright, es bastante lenta. Y no hay grandes explosiones de violencia a la que uno está acostumbrado en esta clase de films. Si hay una atención al detalle y desarrollo de la historia digna de David Fincher y un montaje que toma apuntes del mejor Cristopher Nolan. Es una película sumamente embebida en el cine policial moderno, que toma lo mejor y uno que otro vicio del género, hay que admitirlo.
The Stranger (El extraño, 2022). Dirección y guion: Thomas M. Wright. Elenco: Joel Edgerton, Sean Harris, Steve Mouzakis, Ewen Leslie. Fotografía: Sam Chiplin. Edición: Simon Njoo. Música: Oliver Coates. Duración: 117 minutos. Nuestra opinión: Muy Buena.
Basado en hechos reales, el film relata la compleja operación encubierta que lleva adelante Mark (Joel Edgerton) para lograr la confesión y la ubicación de una aparente víctima de Henry Teague, interpretado magistralmente por Sean Harris. La película muestra como ambos forman un vínculo de amistad mientras le hacen creer al asesino que forma parte de una organización criminal, cuando en realidad, hay una decena de policías detrás queriendo “hacerle pisar el palito”.
Hay una decisión fundamental del director en este thriller. Es igualar la apariencia de Edgerton y Harris. Perseguidor y perseguido son del mismo porte, usan la misma barba y tienen facciones sumamente similares. Humanizar a un psicópata es difícil, pero justamente ahí reside lo brillante de la propuesta de Wright.
Y es que el psicópata de Harris es sumamente inquietante, quizás la mejor representación de uno desde el Anton Chirgurh de Javier Bardem, en Sin Lugar para los Débiles. Harris se muestra como un depredador silencioso: alguien en apariencia frágil y sumiso, pero con una oscuridad en sus ojos que atraviesa la pantalla. Uno durante toda la película sabe que hay algo mal detrás de ese hombre que trata de pasar desapercibido, una perversidad que apenas se logra ver en algunas escenas. Pero a su vez, no deja de mostrarse como alguien inofensivo, medio torpe, justamente alguien de quien nadie sospecharía nada si no se lo observara con la atención que lo hacen los policías del film.
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El personaje de Edgerton en The Stranger se siente asqueado de convivir con alguien así tanto tiempo y el riesgo de que vuelva a lograr impunidad por varios años (algo que ocurrió realmente en Australia, con nombre diferentes, pero por hechos similares) se vuelve un peligro constante. Edgerton cumple el papel de antihéroe que mira a la oscuridad de cerca de manera muy eficaz. Y si bien es el protagonista, la película los presenta en tándem, no hay casi escenas que no compartan.
Ahí hay una idea muy interesante en este thriller de Netflix ¿Cómo acercarse a una persona así? ¿A alguien capaz de matar a un niño indefenso y que parece hacerse el distraído sobre el tema? El film plantea que no es tan difícil cuando desde el otro lado hay pura fragilidad y hasta se percibe necesidad de afecto. El personaje de Harris se muestra por varios pasajes así y esa necesiad de conexión es la que aprovecha el detective de Edgerton para atraparlo. Las implicancias morales de hacerse amigo de un asesino no pasan desapercibidos para el protagonista y ahí el conflicto central de la película.
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El film además no se detiene en mostrar a las víctimas: los crímenes descritos son horribles, pero los cineastas deciden no volverse explícitos con las imágenes, sino adentrarse simplemente en unas líneas de diálogo que detallan el calvario a lo que fueron sometidos los niños. El foco no está en la violencia, aunque es una película que habla de hombres violentos. Eso es un hallazgo dentro del panorama actual del cine negro.
Si bien hay ciertos pasajes que se tornan confusos por las líneas temporales, como casualmente ocurre con algunas películas de Nolan, este thriller es un relato compacto, narrado a fuego lento, con una actuación sobresaliente de un actor de reparto que seguro se volverá indispensable en el cine que se viene y es una gran adición para el género policial y de los mejores estrenos de los últimos meses salidos de Netflix.