Nightbitch, película con Amy Adams, es otro ejemplo de cómo el cine actual y la televisión están dando una enorme infinidad de títulos sobre las formas de ser o no ser madre. La convivencia del deseo con el rol materno, y la no-anulación de la personalidad femenina en pos de esa nueva etapa de vida. Desde Juno a esta parte, pasando por The Lost Daughter, Tully, Disclaimer, Flora and son, Mother, Lamb o hasta The Fabelmans, las películas parecieran atravesar una etapa de contar las maternidades sin el romanticismo con el que lo hizo durante décadas. Es momento de deconstruir el discurso que durante décadas se impuso para reflejar lo que la sociedad opinaba, que ser madre era más importante que ser mujer, y que una cosa parecía a la otra. A tal punto que, si Los puentes de Madison volviera a realizarse, quizás Meryl Streep tomaba otra decisión al final.
En esa línea discursiva sobre lo femenino y lo materno se inscribe también Nightbitch, la película de Marielle Heller que adapta la novela de Rachel Yoder y que, en la realidad, era más comedia que el horror movie que el marketing publicitó. A tal punto que la película llega con una clasificación «apta para mayores de 18» bastante incomprensible. Con un tono mordaz, demoledor, ácido y sin vueltas, el film nos trae la historia de una mujer que abandona su vida laboral como artista para dedicarse en tiempo completo a ser madre… Y que ya desde la secuencia inicial está agotada de serlo.
Porque nuestra protagonista -no recuerdo si alguna vez se dice su nombre durante el film, o si fue una decisión mantenerla anónima para universalizarla- entiende pronto que la maternidad no es un camino de rosas. Empieza a verse afectada por su falta de sueño; por la hiperactividad de su hijo; por el nulo tiempo que le queda para pintar; por cómo su marido menosprecia la nueva labor full time que ella tiene; por las opiniones de terceros sobre su desempeño como madre, y por la infelicidad y el agotamiento de una vida reducida a una sola cosa. Ese camino da un nuevo giro cuando se empiezan a despertar en ella instintos y síntomas animales, caninos. Sus dientes se vuelven más filosos, le empieza a crecer nuevo pelaje, desarrolla un agudo sentido del olfato, los perros la siguen.
|Te podría interesar: Crítica de ‘La Cocina’, película de Alonso Ruizpalacios con Raúl Briones y Rooney Mara
Heller entonces metaforiza el instinto animal con el instinto femenino acallado, pero que no podrá ser ocultado más. Le da la plataforma ideal a Amy Adams para lucirse como pocas veces se la ha visto en el cine. Con un rol atractivo, divertido, que la expone emocional y físicamente, y del que sale airosa. Su labor es la clave fundamental para que la película Nightbitch funcione mejor de lo que propone un guion que tiene tantos gags buenos como también muchos momentos de un discurso demasiado obvio y subrayado, y que en otras manos actorales podría haber resultado molesto. Adams toma el material que le es dado, le da una identidad propia y lo sintetiza; explotando y potenciando lo bueno, y relativizando y ocultado lo no tan correcto.

Nuestra puntuación de la película
3.5 out of 5.0 starsFicha técnica
- Nightbitch (Canina, 2024)
- Dirección: Marielle Heller
- Guion: Marielle Heller, Rachel Yoder
- Elenco: Amy Adams, Scoot McNairy, Jessica Harper, Zoë Chao, Mary Holland, entre otros
- Fotografía: Brandon Trost
- Edición: Anne McCabe
- Música: Nate Heller
- Duración: 1 hora, 38 minutos
- Nuestra opinión: Buena