Conversamos con Matías Szulanski (‘Juana Banana’, ‘Berta y Pablo’) sobre su nuevo film que se sumerge en la noche porteña, un escenario tan inesperado como conocido.
Matías Szulanski regresa a la pantalla grande con Buenas Noches, su nueva película que se centra en Laura (Rebeca Rossato Siqueira), una joven brasileña que, por error de su aerolínea, una mala comunicación con su tía y una distracción, queda en manos de la Ciudad de Buenos Aires o, mejor dicho, de su noche. Sin nada que perder, se entrega a todo lo que se le presenta. Personajes tan desconocidos como familiares, situaciones bizarras, decisiones apresuradas y mucha pizza. En otras palabras, la noche porteña.
En la Buenas Noches de Matías Szulanski, apenas pisa la ciudad, Laura ya tiene mala suerte: perdieron su valija y su tía (Anamá Ferreira), quien la iba a hospedar, se olvida que llegaba ese día. Sin llave ni equipaje, decide de todas formas dirigirse al departamento para encontrar una solución. Pero, como si fuera poco, olvida sus pertenencias en el taxi. Ahora, incomunicada y sin plata, Laura deambula por las calles porteñas en busca de comida y un lugar para dormir. Tiene hambre y sueño, a veces la única respuesta es escuchar al cuerpo.
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Su aventura a ciegas comienza en un bar, donde conoce a dos hermanas con ojos saltones y risas siniestras. Después de compartir una partida de pool y unas cervezas, Laura se tira al lance y les pregunta si la pueden hospedar. “No te conocemos”, le justifica una de las chicas. ¿Nadie le advirtió a Laura que los porteños son desconfiados? Sin embargo, no todo está perdido. Las hermanas la invitan al cumpleaños de un extraño. Ella acepta. No tiene nada que perder. Además, todavía sigue con hambre. Mucha. Así comienza la noche de la joven extranjera. Una sucesión de eventos inesperados y oscuros. Bienvenida a la ciudad, Laura.
Es inevitable que la primicia no nos recuerde a After Hours de Martin Scorsese. La historia protagonizada por un joven Griffin Dunne, que se deja llevar por personajes y sucesos nocturnos atípicos. Conversamos con Matías Szulanski sobre Buenas Noches y nos reveló que tuvo en cuenta esta similitud, entonces decidió “no hacer nada que se parezca” y ciertamente lo logró. Acá no hay lugar para la ficción, porque hasta el hecho más fantasioso es realista. El director abarca desde la venta ilegal de órganos hasta la vulnerabilidad de la soledad. Es tan abstracto como preciso. “Cuando escribíamos el guion era divertido ver cómo se podía ir un poquito más”, explicó. Junto a Victoria Freidzon escribieron la historia y desafiaron las leyes de la ciudad.
Laura habla un español atropellado, corre rápido y puede soportar el dolor de una nariz rota. La ciudad la desafía. La hace transpirar, escapar y comer pizza de El Imperio con la mano. Cuando todo se complica, ella se planta y desafía las calles porteñas para ver qué más puede ofrecerle (o sacarle). Buenas Noches no romantiza ni tampoco destruye a la Ciudad de Buenos Aires, sino que la refleja tal cual es. “Quería mostrar los espacios de clase media, que son sucios, pero muy encantadores. Divertidos, pero a la vez peligrosos. Me parecía importante mostrar a Buenos Aires como la veo en el día a día”, detalla el director, quien confiesa que se trata de una de sus ciudades favoritas del mundo.
No es la primera vez que Szulanski retrata las calles porteñas a través de una joven que está perdida, pero también con curiosidad de emprender una aventura; así es el caso de otros de sus largometrajes como Juana Banana (2022), Último Recurso (2023) y Berta y Pablo (2024). Casi como si hubiera inventado este subgénero, el director vuelve a apostar por un personaje femenino valiente, algo que se necesita para recorrer a la ciudad. No únicamente porque es impredecible, sino porque hasta lo desconocido se siente familiar. No hay garantías en la inmensidad y diversidad porteña, ya que los fantasmas del pasado encuentran la forma de regresar. Las luces brillantes te pueden cegar y los sonidos paralizar. Los cinco sentidos tienen que estar activados. Siempre. A Laura le hacen falta 24 horas para entenderlo y vivirlo en carne propia.
“Estrenar siempre es una gran alegría porque es cuando empieza la película, antes es un proyecto. Una vez que se estrena, existe”, explica con emoción Matías Szulanski. Buenas Noches tuvo su estreno el pasado noviembre en el Festival Internacional de Mar del Plata y ahora se proyecta en algunas salas seleccionadas del país. Su recorrido recién comenzó. La película se presentará en el Festival de Málaga de Cine Español y en Fantaspoa (Festival Internacional de Cinema Fantástico de Porto Alegre). Al igual que a Laura, a Buenas Noches le espera una aventura.