La película ganó la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes. La cinta fue vista por nosotros en el NYFF63.
Vale la pena repasar un poco sobre la vida de Jafar Panahi para que aquel que no sabe dónde se está metiendo comprenda mejor el contexto de esta obra. Este es un cineasta iraní responsable de cintas como El círculo (2000), Offside (2006) o Taxi (2015), todas películas que retratan la vida social y política de su país y que, por supuesto, le han traído muchos problemas. En 2009 la policía lo detuvo durante las protestas postelectorales de Irán. Al año siguiente fue arrestado y sentenciado a seis años de prisión, acusado de “propaganda contra el régimen”, ya que estaba preparando un film crítico sobre ese momento del país. Tras tres meses pudo salir y obtener arresto domiciliario. Aun así, logró grabar algunos largometrajes como Esto no es una película (2011) de manera clandestina. Pero eso no fue todo: en 2022 fue detenido nuevamente luego de preguntar por la captura de Mohammad Rasoulof y Mostafa Aleahmad, otros dos cineastas de Irán. Esta vez duró siete meses en la prisión de Evin (Teherán), hasta que fue liberado nuevamente en febrero de 2023. Con toda esta información, se puede disfrutar y entender más de It Was Just an Accident.
It Was Just an Accident sigue una extraña secuencia en la cual un hombre llamado Vahid (Vahid Mobasseri) cree reconocer por casualidad a un miembro de la inteligencia iraní que lo torturó en prisión años atrás. Luego de pensarlo durante una noche, Vahid decide secuestrarlo para quitarle la vida y así vengarse. Sin embargo, cuando ya está listo para hacerlo, luego de capturarlo y tenerlo encerrado en una van, le entra la duda: ¿tiene al hombre correcto? Vahid decide buscar ayuda, una persona que sí puede reconocerlo, pero a este nuevo cómplice también le surge la duda. Acto seguido, encuentran a otra persona, pero pasa lo mismo con esta. Todo llega a un punto en el que cinco personas deben trabar juntos para tomar una decisión.
Las intenciones de Jafar Panahi en esta película son muy claras pero reveladoras. ¿Si el que fue atacado decide atacar, pasa a convertirse en un atacante? En It Was Just an Accident, se aborda incluso con humor un tema tan complicado como la tortura y los abusos sistemáticos ejercidos por la inteligencia de su país contra quienes se atreven a opinar en contra del gobierno. Además, logra que el espectador experimente lo que significa pasar un día entero en una zona donde la corrupción y el chantaje reinan. En definitiva, el film se pregunta si existe o no un límite moral entre ambos bandos. ¿Son realmente iguales?
Los cinco personajes que van en la furgoneta tienen personalidades muy diferentes. Cada uno guarda sus propios motivos para vengarse de este hombre, pero difieren en la manera de responder. Panahi presenta suficiente material como para que el espectador juegue también a esta ruleta rusa. Algunas situaciones resultan tan dramáticas que harán dudar a cualquiera hasta el último minuto, hasta llegar a lo que probablemente sea la mejor escena final del cine en todo el año.
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Como ya sabemos, con Panahi nunca encontraremos movimientos de cámara radicales o planos y contraplanos constantes. Es un director de escenas largas, donde el punto de vista es estático y se acerca casi al de un testigo que observa cómo una tragedia se cocina a fuego lento. Es más un artista preocupado por crear situaciones inesperadas que llevan a los personajes a tomar decisiones improvisadas. En Just an Accident, más de una vez una risa incrédula se hace presente.
En definitiva, esta es una prueba más de que Jafar Panahi es de los artistas más valientes que tiene el mundo. Hace unas semanas, Lucrecia Martel dijo en la conferencia de prensa del Festival de Venecia, donde presentó su nuevo documental, que “el duro momento que vive el mundo ha hecho que sea el mejor momento para hacer cine, porque es un arte que vuelve a tener una relevancia fundamental para contar lo que está sucediendo”. En otras palabras, es tiempo de agarrar la cámara y filmar algo, en vez de solo llorar en Twitter o subir fotos apoyando algún movimiento en las historias de Instagram. Ante la lucha, el camino es Panahi.
4/5 = Muy buena
Esta crítica forma parte de nuestra cobertura al 63rd New York Film Festival