El génesis de cualquier obra no debería ser cuestionado pero tras numerosas adaptaciones de una misma historia. Puede que la regla se corrompa, y sea imposible esquivar el interrogante inexorable de porqué una revisión más de esta novela tan cuestionada en su momento de aparición. Y la versión de El amante de Lady Chatterley de Netflix cobra sentido. Su realizadora Laure de Clermont-Tonnerre explicaba, en la primera proyección del film en el Festival Internacional de Cine de Londres, que todo surgió cuando leyó el relato en medio del encierro obligado por la pandemia. En ese encuentro con las páginas de esta historia donde el contacto con el otro es una necesidad sustancial, motivó a la directora francesa querer fundar la reimaginación de esta ficción.
Nos adentramos con un primerísimo primer plano de una mujer sonriendo y con ojos fundados de esperanza hasta que comprendemos que es el mismísimo momento de su boda. Constance Reid (Emma Corrin) es una mujer más de la época que cumple con lo establecido: casarse por arreglo y conformarse en creer en encontrar el amor verdadero. Connie se transforma en Lady Chatterley al conceder su mano al Sir Clifford Chatterley (Mathew Duckett), un aristócrata prestigioso.
Ellos conforman una pareja recién casada y emulan el anhelo de dos enamorados que palpitan el comienzo y que parecen impenetrables ante cualquier amenaza. Sin embargo, el peligro se presenta inmediatamente cuando Clifford debe participar en la Primera Guerra Mundial. La directora opta por reflejar los actos de la guerra en los ojos de Clifford para subrayar que ese hombre no volverá de la misma manera. Algo en su mirada cambió. La esperanza está aplastada. No solo porque perderá la posibilidad de caminar, sino que perderá la facultad de otorgar su plenitud.
TRAILER DE ‘EL AMANTE DE LADY CHATTERLEY’
Pero Connie es inocente. Ella insiste que todo va a estar bien hasta que se mudan a la estancia familiar de Clifford en Wragley donde ambos se convertirán en prisioneros de sus propios silencios.
Clifford comienza a refugiarse en su biblioteca. La vanidad de ser un escritor famoso se apropia de él al punto de que su mujer Connie pareciera ser una simple enfermera dentro de su rutina. Pero la destreza de la cineasta apuntalada por el guion de David Magee demuestran que Connie es una mujer soberana. Controla su cuerpo y escucha su deseo. Es así como entre tanta carencia, soledad y angustia, ella logra apoderarse de la situación y en sus caminatas en medio de ese verde plagado de árboles que destilan esperanza encuentra el contacto con su instinto, con su ser, con su vida. Y ese deseo desemboca en su encuentro con Oliver Mellors, un trabajador de la finca que sin importar la diferencia de clases, ambos con una simple mirada se entrelazan por la desdicha que sus almas gritan.
Aunque los encuentros comienzan con la carne a flor de piel, sería totalmente superficial quedarse en ese comentario, la directora con una gran sensibilidad expone los encuentros como la vía de identidad de una mujer que abre su corazón a la vida.
|Te podría interesar: TAYLOR SWIFT DEBUTARÁ EN LA DIRECCIÓN DE UN LARGOMETRAJE
Emma Corrin y Jack O’Connell logran el pulso que la historia necesita. La banda sonora de la inglesa Isabella Summers, logra la sensualidad que la pasión irradia.
Aunque la historia coquetea con temas familiares y comunes del género, es imposible no caer en la trampa de celebrar la modernidad del relato. El amante de Lady Chatterley explora el deseo y la sexualidad de la mujer como búsqueda de identidad retratada bajo la mirada de una directora que logra su cometido.
FICHA TÉCNICA
El amante de Lady Chatterley (Lady Chatterley’s Lover, 2022). Dirección: Laure de Clermont-Tonnerre. Guion: David Magee (basado en el libro de D.H. Lawrence). Elenco: Emma Corrin, Jack O’Connell, Matthew Duckett, Joely Richardson, Faye Marsay, Ella Hunt, Anthony Brophy. Fotografía: Benoît Delhomme. Edición: Nina Annan, Géraldine Mangenot. Música: Isabella Summers. Duración: 2 horas 6 minutos. Nuestra opinión: Muy Buena.