La temporada 2 de Fallout ya comenzó en Prime Video. Analizamos su primer episodio, el regreso a New Vegas y los misterios que se abren.

Vuelve Fallout, la serie de Prime Video basada en el famoso videojuego, a cargo de Jonathan Nolan y Lisa Joy (Westworld). Por suerte, no tuvimos que esperar casi tres años para su regreso (sí, a vos te hablamos, Stranger Things). Lucy, Maximus y The Ghoul vuelven tras un final de temporada electrizante. Para quienes no recuerdan qué sucedió en la primera temporada, hacemos un breve repaso.
Lucy era una joven criada en un refugio subterráneo, específicamente el número 33. En el pasado, dos siglos atrás para ser exactos, ocurrió un apocalipsis nuclear. En el presente, su padre es secuestrado y llevado al mundo exterior, por lo que Lucy debe salir de su zona de confort y enfrentarse a un entorno completamente desconocido para ella.
Lucy era una joven criada en un refugio subterráneo, específicamente el número 33. En el pasado, dos siglos atrás para ser exactos, ocurrió un apocalipsis nuclear. En el presente, su padre es secuestrado y llevado al mundo exterior, por lo que Lucy debe salir de su zona de confort y enfrentarse a un entorno completamente desconocido para ella.
Para esta segunda temporada hay que tener en cuenta varios factores clave:
La serie mantiene su estética retrofuturista, un soundtrack envidiable y unos efectos especiales que merecen ser aplaudidos. En cuanto a este primer episodio, arranca con fuerza al introducir a un nuevo personaje que, todo indica, tendrá un peso importante más adelante: Robert House, interpretado por Justin Theroux.
En lo que parece ser un flashback, vemos a este magnate en un bar, enfrentándose verbalmente a unos matones. Ya afuera, cuando la situación parece escalar hacia una pelea física, House les ofrece cien millones de dólares. La única condición es dejarse colocar un chip en el cuello. Ante la negativa, y en un movimiento tan violento como inquietante, logra someter a uno de ellos y controlarlo mediante el chip instalado. Así, casi sin respiro, la serie nos anticipa que estos implantes tendrán un rol clave en el presente.
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Con Lucy y The Ghoul vemos que los roces están muy presentes en este dúo, pero deben seguir juntos porque se necesitan mutuamente. Primero ejecutan un plan para robar provisiones a unos forasteros y luego descubren un nuevo refugio en ruinas, junto con las consecuencias que Hank dejó a su paso.
En cuanto a Hank, solo somos testigos de su llegada a New Vegas y de su intento por contactar a su líder, momento que funciona como cierre del episodio. ¿Será ese líder Robert House? De ser así, ¿dónde se encuentra?, ¿está solo?, ¿cuál es su verdadero plan si logra el contacto? Muchas de estas preguntas seguramente se respondan en los próximos capítulos.

Los hechos relacionados con Norm y el resto de los habitantes del refugio 33, en cambio, aportan poco en este primer episodio. Lo mismo ocurre con la ausencia de Maximus, de quien habrá que esperar hasta la semana siguiente para saber qué está ocurriendo con él.
En resumen, Fallout volvió con todo. Hay acción, intriga y mucha sangre. Mientras que la primera temporada giraba en torno a la exploración de lo desconocido y el ocultamiento de la verdad, esta nueva entrega parte de una base distinta: la verdad ya está sobre la mesa, ahora solo queda descubrir quién está realmente detrás de todo. Como dice The Ghoul en un momento del episodio: “Siempre hay alguien que manda”. ¿Será Robert House? Lo iremos descubriendo semana a semana.