Ver la realidad a través de los niños nunca es tarea fácil. En los ámbitos más sencillos de la vida dan vueltas y vueltas cuando la respuesta la tienen al frente de sus ojos. Sin embargo, eso es lo bello del crecimiento. Los obstáculos que te van poniendo, son los que te forjarán como persona. Eighth Grade, no solo trata bien esta temática, sino que también lo lleva a un terreno muy actual. Como si en Breakfast Club tuvieran redes sociales.
Eighth Grade está escrita y dirigida por Bo Burnham, en su debut como director. Producida por la ya considerada reina del cine independiente, A24, cuenta con Elsie Fisher como protagonista. Josh Hamilton, Emily Robinson, Jake Ryan y Fred Hechinger completan el elenco. Nuestra opinión: Excelente.
La trama gira en torno a Kayla (Elise Fischer), una chica de 13 años que está sufriendo el calvario de la transición entre niñez y adolescencia. Además, tiene que lidiar con un año desastroso antes de empezar la secundaria.
La película cuenta con un gran contenido de temas considerados fuertes para la audiencia, por algo tiene una clasificación de adultos. Aquí la clave del éxito del film, ya que no es una cinta de la adolescencia bajada de tono con la primicia de «¡quiero ser popular!» o «¡nadie me entiende!». Tampoco es una cosa turbia llena de drogas, violencia y sexo. Es más bien una historia honesta.
Trata temas puros de ese momento en la vida: no saber cuál es tu lugar en el mundo, o pensar que debes ser alguien importante para no decepcionar a tus padres; el no encajar o hasta el falso e inocente enamoramiento que sufren todos. Tópicos tangibles que a cualquiera en la audiencia les llega. Además, está llevado a la actualidad con las redes sociales.
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Este es otro punto excelente en la historia, Bo Burnham escribió el guion bajo sus propias experiencias. En la época del director, un chico de esa edad con las hormonas tan alborotadas, es muy probable que solo tuviera el canal porno en el televisor a media noche como punto de información. Hoy es totalmente diferente. No solo estaría eso, sino que está también el gigantesco Internet para sacar dudas. De eso habla la película. Una chica que le da curiosidad sobre como hacer el sexo oral, y solo dura 5 segundos en conseguir un vídeo en Youtube que lo explica. Pasa y es normal.
Pequeñas situaciones como esa ejemplifican de manera perfecta la adolescencia moderna. Desde fotos subir al Instagram, hasta intentar abrir un canal de Youtube.


La estructura y emociones son auténticas. Pero esto último es gracias a Elsie Fisher. Aplausos de pie. Hemos tenidos últimamente muchas chicas jóvenes que la han partido en actuación -lo cual es genial-, pero lo que hace Fisher es otro nivel. Tanto, que no identificas nunca si está actuando o si es así en la vida real. De todo el año es la mejor elección de casting. Ella es la película. Hay que vivir mucho para estar de lleno en este mundo de la actuación. Estar en todos lo encuadres de la cinta o poder rodar escenas como un intento de abuso no es fácil, menos a esa edad.
Es una película que tiene material para un Óscar. Su guion y Fisher deberían estar ahí. Más cuando venimos de tener Lady Bird, que es el mismo concepto pero en la transición de adolescencia a adultez.
Eighth Grade sería como el capitulo uno, y esta debería tener un mayor impacto en las jóvenes que Lady Bird. Con eso todo está dicho.