En la semana del estreno de La sustancia, la notable y abrumadora película de Coralie Fargeat que se quedó con el galardón a mejor guion en el Festival de Cannes, las palabras que más vamos a escuchar sobre el film es body horror. Porque la cinta protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley no solo que se inscribe dentro de ese subgénero, sino que es una de sus referentes más brutales de los últimos tiempos. A tal punto que el film generó revuelo en su estreno en Cannes, donde se hablaba de “una experiencia no apta para personas sensibles”, y donde se registraban testimonios de gente retirándose de la sala entre nauseas, por lo singular de la experiencia. Sí, claro, ya hemos escuchado varias veces esas expresiones, y a menudo suele haber bastante de marketing en ellas. Pero en el caso del film de Fargeat… bueno, hay mucho de verdad.
La sustancia es una película física sobre el físico, sobre la modificación de los cuerpos y sus consecuencias. Y para serlo, nos sumerge en una montaña rusa irrefrenable de sangre, huesos, pus, vómitos, mutaciones y muchos más etcéteras, a las que acompaña con un diseño sonoro impecable, que potencia esa pesadilla visual. Y para continuar en la sintonía del terror corporal, les dejamos nueve recomendaciones para seguir explorando este género que celebra el espanto y que juega con los límites de tolerancia del espectador.
Tusk
Si hay que resumir el concepto body horror, uno bien podría usar como ejemplo este film en el que un hombre va siendo convertido en una morsa. Tiene todas las ideas bases del género: la modificación de los cuerpos, el coqueteo entre el horror y el humor bizarro, y la constante sensación de “¿Qué está pasando acá?”. Dirigida por Kevin Smith, en este film protagonizado por Justin Long aparecen en roles secundarios Haley Joel Osment y Lily Rose Depp.
La mosca
En La mosca podemos incluir también el noventa por ciento de la filmografía de David Cronenberg –desde Videodrome a Scanners o Existenz– y mejor referente del cine body horror. Quizás su título más emblemático, nos traía la historia de un científico que usaba su propio cuerpo para un experimento de tele transportación, y terminaba convirtiéndose en una mosca (sí, quizás te suene esto de la parodia de Los Simpsons).
Crimes of the future
Y del Cronenberg más emblemático al último Cronenberg que tuvimos (hasta que estrene en salas The Shrouds), y que nos daba cirugías como actos sexuales, cirugías como perfomances artísticas, cuerpos modificados por el arte, personajes que comen desechos sintéticos, sillas que facilitan la digestión y que regulan el dolor. Lo físico y el placer en esta película se explican en la frase que le dicen a Lea Seydoux: “El deseo que te abran es el comienzo de algo emocionante”.
Possesor
Y después de Cronenberg padre, llegó el cine de Cronenberg hijo… que respira muchos de los conceptos de su antecesor. Con Possessor, Brandon Cronenberg se quedó con el galardón máximo del Festival de Terror de Sitges, con esta historia sobre una asesina de elite que, implantes cerebrales mediante, toma el control de los cuerpos de otras personas. Despues de este gran título, Brandon nos daría también otro igualmente entretenido: Infinity Pool, con Mia Goth y Alexander Skarsgaard.
Titane
Si la sustancia sorprendió al llevarse el premio a mejor guion de Cannes, más había sorprendido que en 2021 el film de Julia Ducornau se quedara con la Palma de Oro del festival. La historia la sintetizó en el concepto de “es la película donde una chica tiene sexo con su auto”, pero detrás hay un body-drama osado y notable sobre las conexiones, la paternidad y la redención.
The Thing
Hay veces que el cine de alienígenas y criaturas me parece body horror, y otras que no (¿es Alien una body horror movie, lo es la saga Especies?). Pero el film de John Carpenter por toda su galería de efectos especiales, criatura, formas y coqueteo con lo repulsivo, ciertamente me lo parece… aun cuando se trata de un alienígena el que muta de forma física.
Men
La peli menos querida de Alex Garland era un retrato demasiado obvio y simple en su discurso feminista, pero exquisito en su registro audiovisual; con un encuadre preciosista en sus focos y su colorimetría. Men nos traía un relato sobre una mujer asediada por una comunidad de hombres de un pueblo rural que, en su tramo final, se convertia en un body horror impactante, que sintetizaba la lucha de los sexos en un solo cuerpo.
Body Melt
Los habitantes de un pueblo son usados para experimentos de una nueva droga corporal… que causa una rápida descomposición del cuerpo a través del derretimiento de la piel, y una muerte dolorosa. En esta película noventosa de Philip Brophy, volvemos a esa mezcla genial entre el terror y la comedia bizarra de los body horror que es un festival de terror clase b, gore, tripas, fluidos, asco total, o genialidad.
Tetsuo, The Iron Man
Cuerpos robotizados y estética ciberpunk, en este film japonés de 1989 de bajo presupuesto, y que abrió una saga. Dirigido por Shinya Tsukamoto, la historia gira alrededor de “el fetichista de los metales”: un hombre que tiene la costumbre de clavarse trozos de acero en el cuerpo. Y que se confrontará con un asalariado que experimenta en su cuerpo una mutación por la cual de su cara y extremidades empiezan a crecerle protuberancias metálicas.
