Tres hombres que los une la amistad, el compromiso político y la sensibilidad artística se juntan para charlar sobre el acto creativo de una generación que está en sus últimas, y que a su vez impacta en cualquiera. Esa fue la idea de Fernando ‘Pino’ Solana, quien junto a Tato y Yuyo (el dramaturgo Eduardo Pavlovsky y el artista plástico Luis Felipe Noé) dejan en evidencia a través de intimas charlas, el desorden, caos y belleza detrás de la maquinaria que ve nacer una idea. “Tres en la deriva del acto creativo”, fue el documental encargado de la apertura de esta edición 36º Festival del Mar de Plata.
Tres en la deriva del acto creativo (2021). Dirección y Guion: Fernando E. Solanas. Elenco: Fernando E. Solanas, Luis Felipe Noé, Eduardo Pavlovsky, Gaspar Noé, Juan Solanas, Martin Pablosky. Fotografía: Nicolas Sulcic, Fernando E. Solanas. Producción: Fernando E. Solanas, Corolina Álvarez, Victoria Solanas. Música: Mauro Lázzaro. Nuestra opinión: Muy buena.
“No hay un opuesto al desorden, si lo fuera, sería la muerte”, dice Pino. El director y político que hace un año nos dejaba, cierra su trayectoria haciendole honor a esa frase en esta radiografía sobre la vida y obra de él y sus dos queridos amigos, presentada a partir de temas como el exilio, las crisis, la melancolía y el deseo mismo. Entre los tres, completan una película que inició a grabarse hace poco más de 6 años sin saber cómo acabaría.
Dividida casi en capítulos, el documental permite un vistazo a las etapas más felices y frustrantes de los tres integrantes. Desde Pino recordando su primer acto de rebeldía detrás de la realización de La hora de los hornos (1968), pasando por el proceso que le devolvió el deseo de pintar en los 70s a Yuyo y presenciando, casi en vivo y directo, como un personaje toma el control del cuerpo de Tato para curarle lo afónico, además de sus últimos días.
|Te podría interesar: YA EMPEZÓ LA 36º EDICIÓN DEL FESTIVAL DE MAR DEL PLATA
Adicionalmente al constante detrás de escena, el documental se sirve de mucho material de archivo y fragmentos de películas como Sur (1988), El viaje, (1992) y La nube (1998), que logran mostrar una forma de pensar el arte que compartía toda una generación marcada por el exilio. Cabe destacar la aparición y ayuda de sus respectivos hijos, Juan Solanas y Gaspar Noé, ambos cineastas, y el actor Martin Pablosky, que suman testimonios sobre sus padres.
Tres en la deriva del acto creativo termina siendo una fiel representación al legado de Solanas. Con más dudas que certezas, siempre predominan las reflexiones, la preocupación por el futuro de un país y el noble acto de darle forma al caos.