Crítica de ‘Claudia’, la película de Sebastián de Caro con Dolores Fonzi

Reseña de 'Claudia', escrita y dirigida por Sebastián de Caro.
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‘Claudia’ es una película compleja a la primera vista. Ya sabemos que la misma Dolores Fonzi -protagonista del filme- la catalogó como «jugada», nunca mejor explicada. Claudia es una wedding planner que tiene que suplantar a una compañera en un casamiento bastante peculiar. Hasta ahí todo bien, hasta que se encuentra con diferentes problemas -como por ejemplo que la novia no se quiere casar- que le dificultan su plan y tiene que improvisar sobre la marcha.

Es difícil encasillar a ‘Claudia’ en un género en particular, sino que, más bien, es una mezcla de todos en definidos momentos. Te encontras con el drama de una wedding planner que es excelente en lo que hace y no quiere perder su trabajo. Te encontras con el misterio del plan de la familia del novio y hasta tenes momentos de comedia y situaciones o cosas que te dan gracia.

‘Claudia’. Guion y dirección: Sebastián de Caro. Fotografía: Mariano Suárez. Música: Darío Georges. Elenco: Dolores Fonzi, Laura Paredes, Paula Baldini, Julián Kartun y Jorge Prado. Duración: 86 minutos. Nuestra opinión: Muy buena.

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Ya lo dice el poster, «los detalles son todo». Y de eso se trata ‘Claudia’, en mirar los detalles que propone la película, por lo general, en sus momentos más tensos. Estos detalles, mezclados con el juego de lo que no se ve a simple vista, hacen de esta película una alternativa al cine argentino cotidiano.

El humor ácido de De Caro se hace presente durante toda la película, y le agrega un sentimiento de bomba de tiempo, donde en cualquier momento se nos revela todo el misterio que rodea la boda y a los personajes. Entonces durante esa hora y media, parece que la película va a explotar. Esa tensión que nos hace sentir la película hace referencia a la tensión clásica del cine donde no se nos muestra todo lo que está pasando en realidad, y se concentra en la mirada de un solo personaje, en este caso, Claudia.

Las comparaciones con «El Padrino» (1972) caracterizan este cambio de mirada que ofrece De Caro, donde la vista está concentrada en una persona que es ajena al grupo de las personas en el casamiento. Todos los personajes que son familia, discriminan las decisiones de Claudia cuando ella cambia los planes del casamiento. Entonces Claudia es el cambio, cuando uno se ve modificado por un cambio repentino, por lo general, se incomoda, y, en este caso, la familia toma una actitud defensiva, hasta que decide ponerse de un modo más agresivo.

Claudia es la desconocida. La familia del novio ya había entablado una relación con la wedding planner anterior. Ella aparece casi de la nada, y decide tomar su propio camino, según lo que ella ve necesario para que quede todo perfecto, lo cual es el objetivo de Claudia en toda la película. El desenlace resulta confuso, según la mirada que se tome, se puede percibir como un plot twist, o como un error, o como una película que es capaz de «volarte la cabeza».

Pero no hay que dejar que el final arruine la experiencia completa de toda la película, donde los detalles lo son todo.

Puntuación: Muy buena. 
Ⓒ Martín Rodriguez, 2019.
Permitida su reproducción total o parcial citando la fuente.

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